El director quiteño Galo Semblantes tenía 29 años cuando ganó un fondo público (con el Consejo Nacional de Cine) para la realización de su primera película. Pensó que la historia que tanto le atraía desde niño la tendría en un año. Su idea de que a los 30 tendría su ópera prima se trastocó, pero no se rindió. Hoy, ocho años después, tiene la cinta, cuya difusión se inició en las salas de cine del país.

Semblantes habla con la emoción de un padre orgulloso sobre su película La Leyenda de Tayos. Y no es para menos, pues en este largo camino ha vivido varias situaciones que han hecho de esta producción un viaje para nada lineal.

La historia de Galo tiene como hilo conductor los descubrimientos y opiniones de personas cercanas al espeleólogo argentino de origen húngaro Juan Moricz. Su pasión por la exploración de cuevas lo llevó a encontrarse con esta formación rocosa que data del 3.500 a. C., según la única investigación reconocida como científica por la arqueología ecuatoriana. El descubrimiento legal fue otorgado a Moricz con un documento firmado el 21 de julio de 1969. El pueblo Shuar ya conocía los misterios de esta profunda cueva.

Lo encontrado por el argentino describía placas metálicas que supuestamente explicaban el origen de la humanidad, y de allí todo lo demás se convirtió en una gran expectativa mundial marcada por el misterio. Hasta Neil Armstrong se adentró en sus profundidades en 1976 como parte de una investigación comandada por Gran Bretaña, luego de supuestamente encontrarse evidencia de civilizaciones de otros planetas.

Para el cineasta quiteño, este documental es para creyentes e incrédulos. “Es para ambos porque la idea es que descubran, desde su punto de vista, lo que esta cueva ofrece”.

El proceso de realización fue complejo, porque llegó a saturarse de información. Fueron más de 40 entrevistados, que en las tres ediciones de la cinta se fueron resumiendo. El también docente de la UDLA tuvo tres expediciones a la cueva durante estos ocho años. “La cueva es un lugar muy pacífico y es lo que le pareció a mi grupo con el que ingresamos. El misterio creo que se desata desde su forma, no en su ambiente. Todo está en ángulos, con paredes gigantes, de manera que parece que hubiera sido construida”.

Actualmente, a sus 38 años, no quiere imponer ninguna idea a nadie, pero sí cree que “hay miedo a querer creer”. Por eso tampoco nos adelanta su conclusión sobre lo que opina de este misterio geológico y quizá metafísico. Prefiere que el filme hable por él.

Datos

• El documental empezó su segunda semana en cartelera.

• Se proyecta en Guayaquil, Quito y Manta.

• Tiene más de 100 horas de material grabado. Tiene pensado incorporar varios de estos videos al DVD que planea lanzar próximamente.

• Poder visualizarla vía streaming es también una posibilidad próxima a concretarse.

• La cinta tuvo un presupuesto de 150.000 dólares, gracias a los fondos concursables ganados y el apoyo de la empresa privada.

• Renato Zamora es el compositor de la banda sonora de la película. El ‘soundtrack’ está disponible en Spotify.