Hablar de José José es rememorar a uno de los grandes baladistas de la música romántica de todos los tiempos.

Desde que se diera a conocer internacionalmente en 1970 con la canción El triste, los éxitos del inolvidable artista mexicano se dieron de forma sucesiva. Para 1983 consciente de su estatus de estrella, el llamado ‘Príncipe de la Canción’ exigió para el nuevo disco, mejoras en su contrato con el sello Ariola, con el que había firmado en 1976. Los directivos se negaron inicialmente. Él amenazó con irse a otra disquera y al ver que el asunto iba en serio, cambiaron de posición. Aceptaron sus requerimientos por los que él percibiría un mayor porcentaje y ganancias adicionales.

No solo eso, para mantenerlo contento y satisfecho, consiguieron para la producción de su álbum número 19 a Manuel Alejandro, artífice fundamental en la carrera de otros grandes como Raphael y José Luis Rodríguez.

El maestro español se comprometió a escribir y componer todas las melodías, cobrando nada menos que 300.000 dólares por su trabajo (una fortuna en aquel tiempo). ¿El resultado? Certificaciones de oro y de platino por las increíbles ventas (7 millones de copias) y posicionamiento en radios y listas, que ubicaron a José José como el número uno en el continente gracias a temas clásicos como Lo dudo, Anda y ve, Cuando vayas conmigo, El amor acaba, He renunciado a ti y muchos más.

NUEVE DE LAS 10 CANCIONES FUERON HITS

“Por el 40 aniversario se ha lanzado una nueva versión del disco en formato vinilo, un álbum de colección, sin duda. De este trabajo, nueve de las diez canciones llegaron a las primeras posiciones. Un éxito total. Uno de los proyectos con mayor influencia musical en la década del 80. Considero que es un referente hasta hoy, porque en aquellos años, un solista o grupo pegaba con solo dos o cuatro temas de un disco completo, él en cambio convirtió en hits casi todos los tracks del álbum”. William Lucas (promotor y empresario artístico)

UN ARTISTA CON TODOS LOS DONES

“Las canciones de este disco fueron muy bien escogidas. Realzan su capacidad interpretativa y vocal. Su timbre era tan particular y hermosa. Su técnica espectacular, poseía una capacidad de respiración impresionante. Eso lo diferenció a el del resto de artistas de su generacion o de aquellos con quienes compartió el escenario. Es uno de los íconos que perdurará por mucho tiempo porque es fácil encontrar un artista con todos los dones”. Beatriz Gil (soprano y directora de Gestión y Promoción Cultural del Municipio de Guayaquil).