El viernes 27 de enero, el clima de Guayaquil estaba a 37°. El calor golpeaba a cada cuerpo que se congregó en el coliseo Voltaire Paladines Polo. Las más de 6 mil personas que entraron en el recinto querían recibir un poco del fresco del Arroyito de Fonseca. Claro está, un frescor musical. Porque la temperatura nunca decayó.

Este fue el panorama que se registró en torno al show que ofreció el bogotano en este puerto como parte de su gira Viajante. Una noche antes hizo lo mismo en Quito.

Las canciones de Fonseca son cotidianas para los ecuatorianos desde 2005, año donde empezó su internacionalización y fue este país el primero en recibirlo. Por eso la cercanía se sintió incluso dejando de lado la humedad que había en el ambiente.

En este show, compuesto de 27 canciones, no quedó ninguna sin corearse. Y en esta relación de fan y artista, predomina la amistad. Quedó claro que Fonseca conoce a sus seguidores, los hace parte del espectáculo, filmándolos y apareciendo en las pantallas constantemente, además de tomarse el tiempo de leer los carteles que se veían entre el público. El próximo 10 de febrero el bogotano estará en la gala de los Grammy anglo por su nominación a mejor Álbum latino de pop. Sebastián Yatra y Camilo también se pelean la terna.

Una parranda vallenatera

 A sus 43 años su voz se mantiene intacta y el cariño del público también, quienes lo han acompañado ya en la mitad de su vida. Casi todo el público presente vivió este viaje con cerveza en la mano. El calor del recinto propició la venta de esta bebida, que también ayudó a tener todos los ánimos arriba. La gente buscaba fiesta.

Aunque este set-list está dividido, casi a la par, entre romance y canciones movidas, son estas últimas las que más gritaron los presentes. Bailar con el acordeón es lo que buscaban.

Fonseca les cumplió y les dejó una sección especial de puro vallenato para bailar y sufrir a la vez. Mercedes, Historia de amor y Gratitud fueron de las más coreadas. Este género tradicional colombiano tiene un gran público en Ecuador.

Gratitud hecha música

“Estaba soñando con este momento de volver a Guayaquil. Gracias por recibirnos. Los queremos desde el fondo del alma. Esta noche es muy especial porque a lo largo de mi carrera, y desde el principio, he tenido la oportunidad de venir, cantar mis temas y reencontrarme con amigos. Esta vez haremos una celebración por los años de carrera y por todas las canciones que hemos cantado juntos”, fue el discurso con el que inició el concierto Fonseca.

En el show, el diálogo se mantuvo constante y estaba ligado con los diferentes bloques de canciones. Pero hubo un tema recurrente, el agradecimiento.

“No hay nada más importante que vivir en modo gratitud”, señaló en otra oportunidad. Específicamente antes de interpretar 2005, una canción que forma parte del álbum Viajante y con la que juega con varios versos de sus primeros éxitos en un nuevo tema. De esta forma les recordó a los presentes que este fue el año que le cambió la vida y que Ecuador fue parte de este evento cuando su música se tomó las radios de América Latina con temas como Te mando flores.La calidad vocal de Fonseca fue algo que agradecen sus fans. Su interpretación de Ven, fue una de las más aplaudidas. También la de El Aguacate, como un regalo a los ecuatorianos.