El escritor y poeta Jorge Luis Borges publicó en 1923 su primera obra literaria titulada 'Fervor a Buenos Aires', una carta de amor a la capital argentina que inicia un gran legado de obras que enaltecen las urbes que nos ven crecer.

Cuando el ensayista regresó de Europa en 1921, después de concretar sus estudios secundarios, se encontró con una Argentina distinta a la que había dejado en 1914  y en la que había transcurrido su infancia. El final de la guerra le había dado a la ciudad nuevos tintes de modernidad y avance periférico.

Es en este descubrimiento que el joven poeta empieza a contemplar las nuevas bondades de Buenos Aires: sus personajes representativos, sus calles y su contacto con los barrios bonaerenses.

La primera edición de la obra magna fue impresa por su padre y la tapa llevaba un diseño de su hermana, Norah Borges. Su forma de distribución también fue particular: los más de 300 ejemplares impresos no fueron a las librerías, sino que reposaban en viejos sobretodos (abrigos) que colgaban en un guardarropas de las oficinas de 'Nosotros', una de las revistas más sonadas de la época. Algunos poemas son dedicados a su amigo Macedonio Fernández, a su bisabuelo el coronel Isidoro Suárez y otro a una misteriosa C.G.

"El olor del jazmín y la madreselva, el silencio del pájaro dormido, el arco del zaguán, la humedad. Esas cosas, acaso, son el poema", escribe en el texto 'El sur', hace más de 100 años.