La esencia de Felipe Peláez puede ser escuchada. Su último álbum, compuesto por 10 tracks, trae lo que él describe como un regreso a sus orígenes sonoros. Y no solo está plasmado en lo musical, también en su estilo de vida y en los diferentes tipos de relaciones que mantiene. Todo esto es originado por la pandemia. Luego de estar en cuarentena, interiorizó lo que es necesario para él y los que ama.

En sus redes sociales se nota cómo se ha volcado a rescatar, aún más, el tiempo con sus hijos y mascotas. Estar de regreso con la naturaleza e ir con pausa.

Aunque en realidad, Felipe siempre trae un proyecto entre manos. Para el próximo mes de octubre iniciará su gira por Estados Unidos, algo que le quita el sueño. “El vallenato no es para escucharse íntimamente. Indiscutiblemente necesitamos interactuar con la gente. A la gente le gusta escuchar las historias detrás de las canciones y a mí me gusta contarlas y explicarlas”, afirma mientras recuerda que, durante los primeros meses de este año, tuvo varios shows en formato digital. 

“Creo que hemos aguantado mucho y estamos en la etapa final. Las cosas comienzan a reactivarse con eventos corporativos, más pequeños. Hay varias cosas de streaming. Pero yo hago un esfuerzo tremendo en mi cabeza para sentir a la gente. Le pido a mi equipo de producción que aplauda fuertemente, porque el silencio es horrible. Que me ayuden a mitigar esa sensación”.

Con el estreno de Esencia siente la alegría de entregar el álbum más detallado y preciso de su vida. “Este disco se siente como el aplauso que no está. Nos hemos acercado a nuestro punto de partida. Hemos tenido mucho tiempo a nuestra disposición. Han sido once meses para ser exactos. Cuando, en promedio, lo hacemos en dos meses. Y, fíjate, ahora fue poquito a poquito, corrigiendo detallitos. Como nunca antes había pasado”.

Así Pipe resalta al vallenato, su género insignia, bajo la composición de Omar Geles, la producción a cargo de Humberto Rada, Breyner Gordillo y el propio Peláez.

Su propia video novela

Sortearse los impedimentos que la COVID-19 ha impuesto no es sencillo. Pero el equipo de Felipe lo ha logrado muy bien. Cada oportunidad que hubo para grabar y hacer regrabaciones la aprovecharon. Y también en la parte visual. Por eso, cada uno de los temas tiene su videoclip. “Es casi una novela. Fue una jornada de un video diario. Fueron 10 días de trabajo en Miami. Quedó algo muy bonito y conceptual. Son los mismos protagonistas en todas las canciones. Hay conexión entre tema y tema. Yo lo explico como un gran cuento”.