“Las identidades latinoamericanas son complejas”, reflexiona la artista y curadora mexicana Mara Pebo. “Hay realidades con las que uno debe entrar en diálogo y cuestionamiento. ¿Soy víctima de la opresión o heredera? ¿Soy víctima de patriarcado o yo misma se lo enseño a mis hijos?”, se pregunta.

Esas dudas marcan el hilo conductor de 'El tejido de nuestras identidades', exposición que abrió sus puertas en la Sala B del Centro Cultural de la Pontificia Universidad Católica del Ecuador (PUCE) y que permanecerá en exhibición hasta el 23 de septiembre.

Pebo llevó a cabo la curaduría de la muestra, que exhibe el trabajo de tres reconocidas creadoras y docentes en artes: Alicia Arciniegas, Verónica Noriega y Gabriela Punín.

“Conocí a Gabriela cuando realizaba su doctorado en México, y admiro su trabajo. Ella me envió una serie de obras de artistas ecuatorianas, que son docentes en artes, y me propuso la idea de una exposición que exhiba trabajos que vienen desde la academia, pero que también son parte de una visión sobre el arte en Ecuador a futuro”, señala.

Pensar en el pasado

La exhibición cuenta con una serie de obras que invitan a reflexionar sobre las nociones históricas y las historias personales. A través de ellas, el público se sumerge en un viaje íntimo hacia el pasado colonial y familiar, enfrentando el trauma y los temas dolorosos heredados que tienen una profunda huella en nuestra sociedad contemporánea.

Estas son elaboradas con biomateriales, fusionando tradiciones ancestrales con técnicas contemporáneas. “En conjunto, las obras son una colección de estrategias y formas de comprender cómo hemos aprendido a lidiar con formas de opresión heredada y sistemática”, comenta Pebo.

Agrega que el reto más complejo fue generar el hilo conductor, pues las obras ofrecían visiones y temáticas distintas. Mientras Punín planteaba las relaciones entre madres, hijas y abuelas, Noriega abordaba las estructuras de poder en las haciendas, y Arciniegas ahondaba en la espiritualidad.

“Fue un reto buscar cómo estas piezas se conectaban entre sí. Había una conexión entre los temas de Gabriela y Verónica, porque en las haciendas, en esa estructura de poder, también había madres e hijas, e identidades que ahí se construían”, explica.

Sin embargo, pensar en el hilo que unía a estas a las obras de Arciniegas, fue complejo, pues esta aborda la espiritualidad como una forma de recuperar el pensamiento indígena y trascendental andino.

“Finalmente, pensamos en esta propuesta como una rebelión contra las jerarquías tradicionales de fe, como una alternativa a las formas de opresión que vienen desde antes y que nos permiten replantear nuestras creencias”, afirma la curadora.

Con ella concuerda Punín, quien ha señalado que “más allá de la victimización, las obras reivindican nuestra posición ante el dolor, cuestionando cómo contamos nuestras historias, incluso las partes dolorosas. Al mismo tiempo, conectan con el legado de las epistemologías de los pueblos indígenas del Ecuador, encontrando consuelo en la reconexión con nuestras raíces ancestrales, en especial, la cosmovisión andina”.

La muestra se puede visitar de lunes a viernes de 09:00 a 19:00. En las próximas semanas, las artistas darán una conferencia y un taller de mosaicos en el marco de la exposición. Las fechas se anunciarán a través de la página de Facebook del Centro Cultural PUCE. 

El futuro de la muestra

Tras su estadía en el Centro Cultural de la PUCE, 'El tejido de nuestras identidades' viajará a Loja, donde se expondrá en el museo de la Universidad Técnica Particular de Loja (UTPL), y donde permanecerá hasta noviembre.

Para Pebo, no obstante, la meta a largo plazo es que esta muestra pueda exhibirse en el extranjero, en países como su México natal.

“Hay que reconocer el arte que viene de la academia. No se trata de hacer investigaciones que sean solo texto, sino que esa investigación derive en la transmisión de conocimiento. Es producir conocimiento desde el arte, que es algo que ha logrado este proyecto”, asegura.

Tres artistas, tres estilos

“Es complejo ejercer tantos roles. Ser maestra, investigadora y artista. Es común en la academia, que la investigación cobre relevancia sobre la creación propia”, afirma Pebo. Por ello, es un inusual ejercicio ver reflejados en muestras como estas las obras de académicas en artes. ¿Pero quiénes son estas mujeres?

Gabriel Punín es Ph.D en Arte y Diseño, especialista en Diseño de Proyectos y Gestión Cultural y docente de la Universidad Técnica Particular de Loja (UTPL). El año pasado, patentó un biopolímero resistente, flexible y elástico a partir de materiales orgánicos de desecho como las cáscaras internas de la corteza de yuca y el bagazo de banano que utiliza en su producción.

“La obra de arte es un vínculo entre quien la produce y quien la observa y experimenta; el arte entonces es interacción. Estas particularidades, que son fundamentales para el arte, lo son también para la ciencia”, ha indicado sobre su proceso de creación.

Verónica Noriega es doctora en Arquitectura, especializada en Patrimonio y Licenciada en Artes Plásticas. Es docente de la UTPL y ha realizado varias obras monumentales en ciudades como Piñas, Cariamanga, Centinela del Cóndor, Paquisha y Loja.

Finalmente, Alicia Arciniegas es licenciada en Arte y Diseño y docente investigador en la carrera de Artes Visuales de la UTPL. Su investigación y producción gira en torno a la naturaleza como punto de anclaje para la exploración artística.