‘El rostro de Marte’ es una serie en la que el cuerpo se muestra como recipiente de un mundo matérico y de un mundo etéreo en constante proceso de disolución y solidificación.

Las piezas que la artista quiteña Martina Miño presenta son “encarnaciones” e “inmersiones” en un cosmos antropomorfo donde nuestros sentidos son herramientas esenciales para su interpretación.

La creadora, que reside entre la capital y Helsinki, en Finlandia, abrió su muestra individual esta semana en la galería N24, ubicada en el barrio capitalino de La Floresta. Ella utiliza la poética de la “digestión” como metáfora de la asimilación de conceptos y su investigación material explora su potencial poético.

En ‘El rostro de Marte’ esta ahonda en los significados que guarda el cuerpo. “No hay órgano humano que no tenga correspondencia con un signo sideral, una estrella, un nombre dentro del arquetipo divino. Todo lo que parece externo, es realmente interno”, dijo.

La exposición estará abierta al público hasta el próximo 5 de mayo. El ingreso es libre.