El 2021 fue un año silencioso, ‘quedito’, como decían las abuelas cuando querían que la voz no despertara a los más pequeños. Pero luego de 365 días de un silencio forzado, el 2022 retumbó. Fue un estallido de música, luces y gente. La misma que por más de 2 años se guardó en casa por asuntos de salud.

Lo importante es que la música nunca se apartó y, por eso, más de 40 shows internacionales se llevaron a cabo en el país, entre ellos tres pertenecen a las giras más taquilleras del año a nivel mundial.

Pero detrás de los mega espectáculos de Karol G, Daddy Yankee, Morat o Bad Bunny, hay mucha gente involucrada. Una industria que en estos últimos 12 meses pudo respirar con más soltura, incluso estando amenazada por los índices de violencia y los decretos de toques de queda por parte del Gobierno.

EXPRESIONES consultó a varios empresarios y expertos en esta rama, quienes analizaron los pro y los contras de este año en el que la música pudo retumbar.

La seguridad como factor clave

Atentados, robos y muertes violentas fueron notas frecuentes en las ciudades más importantes del país. Del lado contrario estaba el arte, la cultura y el entretenimiento que tuvo que sortear con agilidad felina las indicaciones del gobierno y las eventualidades que podrían presentarse.

Los expertos consultados coinciden en que en todos los eventos contaron con el apoyo de la Policía Nacional y el despliegue de servicios de seguridad privada para la logística de los conciertos. Pero no solo quedó en la parte física, la venta de boletos y el uso de tecnología tuvo que reinventarse tras la proliferación de boletas falsas compradas a terceros. Ticketshow prefiere mantener el canje de entradas de digitales a físicas para evitar la duplicación de los códigos QR, proceso que se mantendrá este 2023. “Fue un año de altibajos, pero se retomó el nivel del 2018. En Ecuador la gente necesita su ticket impreso y que tenga seguridad. Lamentablemente hay bandas que se aprovechan de la tecnología. Vamos a mantener esta modalidad aunque también depende de los municipios, ya que son ellos los que definen en las puertas si se puede utilizar e-tickets o físicos. Por lo general, los primeros se los hace en eventos más íntimos y empresariales”.

Dinamizador de la economía

El empresario y productor de eventos Emilio Mejía, vislumbra el 2023 con optimismo debido al fructífero 2022. Su empresa Stage Producción Técnica estuvo a cargo del montaje de varios espectáculos del país como Morat, Karol G y Bad Bunny. “Fue un año bendecido de trabajo. Tuvimos varios de los mejores eventos a nivel mundial. Entre ellos la reguetonera latina más destacada, el artista más importante del mundo y la gira de despedida más impactante del año. Fue atípico por la cantidad de eventos de tan grandes nombres. Además dio trabajo a toda la industria que está detrás que no solo es el artista, sino la producción, los sonidistas, el transporte, la hotelería. Es una cadena”, explica.

Acepta que, al no estar la producción local acostumbrada a tantos eventos, se incurrieron en algunos errores, pero que el aprendizaje fue lo mejor que les dejó el 2022. “No teníamos la destreza para hacer shows tan grandes con tan poco tiempo entre cada uno. Aprendimos sobre la marcha a atender a tantos artistas y las solicitudes técnicas que no habían en el país”, se sincera. Para el 2023 espera que el público y las autoridades se sumen para mejorar la experiencia a la hora de hacer un show.

“Se dinamizan muchas áreas en las ciudades a partir de un concierto. Simplicar la tramitología es muy importante para continuar con este tipo de espectáculos. Uno de los problemas es que hay muchas entidades que visitar para hacer un evento público. No hablo de evadir trámites, hablo de simplificar las cosas”. En cuanto a la seguridad de las entradas, dice: “El ecuatoriano tiene que saber cuidar su código QR. Esto lo pueden duplicar y perder la oportunidad de ingresar a su evento, por eso en Ecuador se mantiene el boleto físico para evitar la facilidad de este tipo de sistema. Todavía estamos en un proceso de adaptación”.

Ecuador en la ruta de los artistas

“El 2022 fue una locura. No a todos los espectáculos les iba a ir bien. Quizá no hay tanto dinero para ir a tantos, pero la sorpresa de artistas que se retiraban como Daddy Yankee y Wisin y Yandel iba a llamar más la atención”, dice la productora y mánager de artistas Giovana Guarna. Ella estuvo a cargo de varios eventos como los conciertos de CNCO, Rombai y Karol G.

“El 2021, cuando casi todo estaba reactivado, los shows seguían relegados. Fuimos los últimos en tener permisos para volver a trabajar. Por eso creo que Ecuador estaba preparado emocionalmente para ir a los conciertos, pero no monetariamente. Eso marcó el 2022”.

Como el logro más importante del país en la industra, resalta: “Ecuador mejoró su imagen como plaza para shows de los artistas internacionales y estoy segura de que esto se va a reflejar en el 2023 y en años venideros”.

Sin embargo, Guarna no puede dejar de hablar del duplicado de boletos y deja una recomendación importante: “Las tiqueteras tienen que estar a la vanguardia en los servicios y siempre actualizar sus sistemas. Es la única forma de que un show tenga todas las seguridades en y al público también decirles que eviten a los revendedores”.

También hay un punto importante que quedó como aprendizaje en el espectador local, que es la compra anticipada. “Quedó marcada la cultura de la preventa, la cual antes el ecuatoriano desconfiaba, pero cada vez es más fácil para la gente comprar los boletos con anticipación y así el empresario también tiene la fluidez y le da la confianza al artista”. En lo que respecta al músico nacional acepta que aún es difícil tener tanta apertura y shows con mucho público para lo local pero que entre sus planes está hacer algo para incentivar y dinamizar sus presentaciones.