Hay un antes y un después de una pared cuando es decorada. Puede pasar de desapercibida a convertirse en un imán al que se dirigen todas las miradas.

Aquel arte de transformar ambientes lo viene explayando Alejandra Abboud (30), a través de ilustraciones, collages y otras manifestaciones artísticas.

Lo hace desde hace seis años bajo el nombre de Amay Wall Decor, un emprendimiento que nació como hobby (a raíz de que se convirtió en madre) y luego creció al ritmo de las tendencias.

• Del banco a la decoración

El entorno lo es todo para Alejandra. Apasionada como es por el arte y la decoración su esencia creativa surge cuando le toca ambientar.

Empezó con la idea de decorar el cuarto para su hija que, en ese entonces, era bebé. "Recuerdo que no encontraba quién me hiciera los cuadritos personalizados con el color de marco que yo quería; entonces decidí hacer yo misma los artes y empecé a buscar proveedores en Guayaquil”.

En esa época, Alejandra trabajaba en un banco y, por los tiempos que demandaba estar en oficina, la elaboración de cuadros era solo un hobby. “En los ratos libres pasaba en Pinterest viendo ideas. Esa era mi fuente de inspiración”, recuerda sobre su afición.

Sin embargo, trabajar a largo plazo en una entidad bancaria no la convencía. “Comencé a repensarlo cuando, motivada por mi mamá, acudí a una feria de emprendedores que se hacía en Samborondón. Ahí yo tenía solo dos tonos para marcos y ni siquiera el emprendimiento tenía nombre. Mi cartelito solo decía ‘Ale Abboud’”, comenta entre risas.

Aquello le sirvió para ver los gustos de la gente y le dio pie para asistir a más mercaditos. “Estuve así dos o tres años repartiendo mi tarjeta. Después me di cuenta de que mi trabajo era tan personalizado que ya no necesitaba de las ferias”.

Fue entonces que le tocó elegir. “Tuve que renunciar al banco para dedicarme a esta pasión y aparte yo quería disfrutar más tiempo con mi hija y mi familia”, expresa. Con su título de ingeniera en Ciencias Empresariales con mención en Finanzas Internacionales a cuestas, decidió hacer ‘home office’ e iniciar su emprendimiento bajo el nombre Amay Wall Decor.

Desde sus inicios, las ilustraciones las viene haciendo ella misma de manera digital (en programas como Adobe Ilustrator) y en cuanto a materiales, como marcos, vidrios o espejos, tiene el apoyo de proveedores. “Toda la materia prima y la mano de obra es cien por ciento ecuatoriana”, refiere orgullosa.

• "Por mi hija nació este emprendimiento"

Los días confinados hizo que la gente tuviera el tiempo para ver los espacios que necesitaban decorar. “Lo que más hice en ese tiempo fueron cuadros para escritorios de niños así como de adultos, también galerías de fotos”, dice. Agrega que pudo hacer envíos a diferentes provincias y que ahora le encantaría cruzar fronteras.

Así es como va cosechando frutos. Es que Ale se multiplica en este emprendimiento: brinda asesoría a los clientes, crea las ilustraciones, maneja las redes sociales y, hasta hace poco, también hacía las instalaciones. “El tema de taladrar me pasó factura, ya me estaba contracturando la espalda y tuve que contratar una persona para que instale los cuadros”, dice sobre su equipo que va creciendo.

Confiesa además que el hacer ‘home office’ permitió que este gusto por la decoración, de a poco, lo vaya absorbiendo su hija Victoria de 10 años. “De tanto verme ilustrar, hoy a ella le encanta diseñar en los programas para niños que tiene en su tablet. Estoy orgullosa. Ella es mi inspiración, por Victoria nació este emprendimiento”, comenta.

Cuando se le pregunta si explayará su marca con otro accesorio decorativo, sostiene que no. “Los cuadros son mi fuente de inspiración. Es como ese mantra que me motiva”, expresa.

Así conecta su pasión con su parte holística. “Justamente me tocó una vez un cliente que tenía su casa decorada con Feng Shui y fue fascinante porque tuve que estudiar bien mi propuesta para cada ambiente”.

Alejandra explaya su creatividad y no da marcha atrás. “Antes trabajaba uniformada en un banco y marcaba horario. Eso fue mi mayor motivación para dar el salto y tener algo propio. Hoy, manejar mi tiempo no tiene precio”, concluye.

• Un cuadro para cada espacio

Alejandra comparte con EXPRESIONES algunos tips importantes a la hora de elegir un cuadro. Insiste, eso sí, en que actualmente predominan los marcos con colores como el dorado y negro, seguido del blanco y gris. “Dependiendo del que se elija, el tono no debe competir con la ilustración del cuadro sino más bien realzarlo”.

En la sala y el comedor, dependiendo del estilo, van bien cuadros con artes abstractos en tonos que sean afines los muebles y mesas.

En los cuartos matrimoniales se sugiere galería de fotos solo de la pareja.

Para el baño de visitas se pueden elegir ilustraciones en blanco y negro en trazo ‘line art’ con temática de plantas.

En cuartos infantiles hay una variedad infinita para escoger. Para niñas, por ejemplo, desde la inicial del nombre con flores, las princesas de Disney y los animales. Los cuartos de niños se ven muy bien ambientados con dibujos de superhéroes, autos y aviones.

Para escritorios puede decidirse por frases motivacionales, son ideales para ambientes de trabajo.

• ¿Y el mantenimiento?

1. Los cuadros deben estar en un ambiente al que no le llegue el sol en forma directa.
2. A la hora de limpiarlos, use un plumero o una franela limpia y seca.
3. En las mudanzas, proteja bien sus cuadros con cinta de embalaje y evite apilarlos.

Fotos: Amelia Andrade// EXPRESO. Producción: Gianella Muñoz. Maquillaje: Deborah Jones (Ig: @deborahjones.studio). Peinado: Brenda Córdova (Ig: @brendacord.hair).