Cincuenta y tres personas fueron sancionadas en los balnearios peninsulares en el primer día del feriado, pues a pesar de los estrictos controles a lo largo de la Ruta del Spondylus, para que los turistas no ingresen a la playa o al mar, hubo personas que lo hicieron.

Johnny Fuentes, Intendente de Policía en Santa Elena, indicó que la mayoría de multados estuvieron en las playas de la zona norte, donde algunas familias colocaron parasoles.

“Aducían ser dueños de las viviendas ubicadas en el perfil costero y se les explicó que debían salir de la arena y no podían bañarse en el mar; unos entendieron y de inmediato salieron, otros en cambio se molestaron y desobedecieron”, relató la autoridad”. Estos últimos fueron sancionados.

En horas de la noche del sábado 8 de agosto se intensificaron los operativos en los balnearios, para evitar que los visitantes ingieran bebidas alcohólicas en los malecones, parques o cualquier sitio de la vía pública. Los uniformados también custodiaron las zonas de discotecas, pues están prohibidas de atender al público.

De General Villamil, que tampoco permitió a bañistas, entre el sábado y domingo hasta el mediodía, unos 3.000 turistas fueron sacados a lo largo de 14 kilómetros de playa, desde el rompeolas hasta Data de Villamil, según un informe preliminar del Municipio.

Es poco para los 50 mil o 60 mil turistas que llegaban en este feriado en otros años, según Francisco Crespín, jefe de supervisores de turismo, encargado de recorrer la playa y monitorear a visitantes.

Los turistas que fueron obligados a salir del agua, buscaron las playas de Engabao, donde algunos lograron bañarse por poco tiempo, hasta que llegaba la policía y los sacaba, dijo Crespín.

Luis Laverdi, dueño del hotel del mismo nombre, ubicado en el malecón de Playas, indicó que de 40 habitaciones que tiene el hotel solo se ocuparon 5. En los hoteles del centro, el escenario fue igual. No así en la Vía a Data, que logró una ocupación del 40 %, porque el turista busca sitios alejados, donde no hay aglomeraciones. En este sector hay unas 6 hosterías, explicó el empresario.

En las cooperativas de Transporte Villamil y Posorja, tampoco hubo demanda de pasajeros de Guayaquil a Playas, la demanda bajo en un 80 %, en relación a años anteriores en esta fecha, informaron sus directivos.

Juan Mite, dueño de una cabaña en la playa, dijo que el sábado vendió dos almuerzos, y hasta el cierre de esta edición, ayer, tres.

El movimiento en la estación este domingo no era significativo. Algunas familias regresaban a sus hogares sin mayor novedad.