Los conductores tienen poco o nulo respeto por las ciclovías ubicadas en varios sectores de Guayaquil, al punto que las convierten en estacionamientos, pese a existir señales que prohíben tal acción.

Un claro ejemplo de ello es lo que pasa en 10 de Agosto, entre Quito y Pedro Moncayo, centro de la ciudad, donde hay una ciclovía, pero en la misma ruta están también motos y carros parqueados, o alguna unidad que está siendo reparada luego de sufrir un desperfecto.

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También hay vendedores informales que se han tomado el espacio público con sus mesas, canastas y sillas, ante el poco control de las autoridades de tránsito, según los reclamos de los ciudadanos.

Esta situación ocurre pese a existir sanciones que contemplan una multa que equivale al 10 % de la remuneración básica unificada y la reducción de 3 puntos en la licencia de conducir.

“Se necesitan controles diarios, porque existe una persistente tendencia a irrespetar los espacios para ciclistas”, asegura Carlos Mendoza, quien usa la bici para movilizarse por la zona céntrica de la ciudad, pero siempre debe transitar por las calles repletas de buses, porque la ciclovía está ocupada.

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En mayo de 2020, en Guayaquil se aprobó la ordenanza que regula el uso de la bicicleta y vehículos de micromovilidad. Se trata de un documento de 20 páginas. No obstante, los ciclistas sostienen que aún hace falta trabajar en el tema de las ciclovías, ya que la bicicleta aún no es vista como un medio de movilización que merece respeto por parte de los conductores.