“Es terrorífico cuando es la hora de salida (18:00). En ocasiones hay tipos fuera del colegio esperándonos con una actitud desafiante”, contó Gisella (nombre protegido), una de las profesoras que denunciaron a EXPRESO la situación que están viviendo en los alrededores de un colegio ubicado en el sur de Guayaquil.

Los exteriores de la escuela de educación básica Jorge Villegas Serrano, ubicada en la Huancavilca Sur, se han vuelta una ‘zona roja’ para los moradores y docentes, que relatan que en las últimas semanas han sido blanco de los delincuentes que merodean el sitio. “Ya nos tienen de ‘patos’ (víctimas). A una compañera la cogieron aquí atrás y se le llevaron todas las pertenencias. La cosa está bien fea”, comentó una de las docentes, quien asegura estar cansada de la delincuencia, pero prefiere no dar su nombre verdadero por miedo a las represalias de los hampones, o de las autoridades por denunciar lo que sucede.

El miedo de los docentes crece porque se acercan las vacaciones en la unidad educativa y temen que con esto se metan al colegio. “La semana pasada (unos delincuentes) entraron, se llevaron unas alcantarillas enormes y dejaron todo hecho un relajo. Tenemos miedo de que se lleven todo lo de valor que hay aquí”, insistió Gisella.

Los moradores de la zona confirman lo dicho por los docentes. “Yo he visto dos robos aquí en los alrededores del colegio. Vi uno la semana pasada y otro el mes pasado. A veces escucho los gritos y los pedidos de ayuda”, reveló con preocupación Aldo Gavilánez, morador de la zona, que además reclamó por la poca presencia policial en el sector. “De aquí hay una Unidad de Policía Comunitaria como a tres cuadras, pero por acá nunca pasan. Parece que tuvieran el paso prohibido. Necesitamos ayuda”, agregó.

Un equipo periodístico de EXPRESO pudo constatar otras de las problemáticas de la zona. En los exteriores de la escuela, un grupo de indigentes han formado una vivienda con cartones, colchones y algunos artículos viejos y prácticamente residen ahí. “Pasan todo el día, siempre son cinco o seis hombres que dan vueltas por aquí. Eso da mal aspecto al barrio”, manifestó la denunciante, Linda López.