Una de las tradiciones religiosas más importante de la Semana Santa en la provincia de Santa Elena es el Baño de la Cruz, que cada Martes Santo se cumple en el balneario de Ballenita. A los creyentes católicos no les importó el intenso sol para ser parte del rito de fe este 4 de abril. 

Hombres, mujeres y niños de diferentes partes de la península y hasta del país se unieron a los pescadores de Ballenita, que durante 53 años de manera continua efectúan la ceremonia en el mar. El acto  constituye el agradecimiento a Dios por la pesca y la protección en el mar.

Los feligreses también piden por la salud y otros acuden para agradecer algún milagro recibido. Muchos creyentes aseveran que tras acudir al acto han recibido piedad de Dios y han mejorado sus dolencias. 

“Cuando ingresamos la cruz al mar sentimos que lavamos nuestros pecados, así nuestro creador nos perdona las culpas que como humanos cometemos. Se siente una paz espiritual” , señaló Luisa Beltrán, quien desde Colonche acudió  a la ceremonia. Ella y su pequeño hijo bañaron una pequeña cruz.

El evento religioso empezó con una procesión de aproximadamente 6 kilómetros, que inició en la Catedral de Santa Elena y terminó al pie del mar en Ballenita. Cuando la cruz es ingresada al mar empiezan los ruegos: unos agradecen y otros piden sanación.

Jorge Suárez es pescador de Santa Rosa (Salinas), lleva 12 años asistiendo a este acto  y asevera que luego del recorrido y baño en el mar se siente más tranquilo y renovado.

“Es mi obligación agradecer por la inmensa bondad de nuestro Padre santo. En estos tiempos en que las corrientes marinas están fuertes y los piratas asaltan a los pescadores, siempre he logrado salir adelante. Tengo muchas razones para agradecer”, refirió Suárez.