La comunidad del barrio del Salado, ubicado en el centro de Guayaquil, no solo se ha visto afectada por el robo de medidores de agua potable, que denunció EXPRESO. A este sector patrimonial aterrizó un nuevo problema: la sustracción de otro elemento del mobiliario urbano: los tachos de basura.

Al menos seis de estas piezas, todas ubicadas a lo largo de la calle Aguirre, fueron sacadas de sus habituales puestos la madrugada de ayer. A través de cámaras de videovigilancia de la zona se observa cómo un hombre retira uno de los tachos y lo ‘esconde’ en una funda negra.

Esta modalidad no es desconocida en el barrio, pues así se sustraían los medidores de agua para luego venderlos, tanto en el mercado negro como en el formal.

“Nos alarma que ahora se roben hasta los basureros. Así empezó la sustracción de los medidores de agua. Primero fueron tres hasta que llegamos a los 200”, lamentó Gustavo Rivadeneira, residente y dirigente comunitario, quien dio a conocer esta novedad a agentes policiales del circuito Garay, a cargo de la seguridad del sitio.

Los robos se suscitaron en las intersecciones de Antepara, García Moreno y avenida del Ejército. En esos puntos el escenario es desolador. No solo por la ausencia de los tachos de basura, sino por los desperdicios esparcidos en las aceras.

Rivadeneira también hizo un llamado a la Fundación Siglo XXI, entidad que tiene a cargo la regeneración urbana de Guayaquil, para que los restituya en sus puestos.