Guayarte reabrió sus puertas hace más de un mes luego de que fue cerrada por anomalías que en su momento indicó el alcalde, Aquiles Álvarez, como no contar con permisos de Bomberos o daños en sus instalaciones. Pero ese retorno se ha visto marcado por una reactivación a medias. Es el caso del ala de la Kennedy, a pocos metros de la Universidad de Guayaquil. Es ese mismo sector que, por años, no reflejaba el dinamismo que sí se concentraba en el otro lado de la plaza, en la avenida Carlos Julio Arosemena, frente a la Universidad Católica.

Hoy, esas escenas se repiten y dejan como saldo a una Guayarte partida en dos caras: la que no despunta y, la otra, al cruzar el puente zigzag; con un realce. Y ahora brilla más porque la Navidad ‘aterrizó’ a ese espacio, con adornos alusivos a esta festividad que se conjugan con los murales y locales que, contrario a los de la Kennedy, funcionan.

Bolívar Maldonado es un urdesino que cada día pasa por la plaza durante dos ocasiones y se asombró cuando se le colocó una estructura en el ingreso peatonal de esta ala, que colinda con el estero Salado.

“¡Ni siquiera es una puerta, es una valla con la que han taponeado el acceso hace más de 60 días! A las personas se las deriva al parqueo donde hay una puerta enrollable y dentro de esta una pequeña, y he visto que hay que hacer malabares; es una desconsideración a la ciudadanía...”, cuenta el morador, quien “no ve la razón” por la que la administración colocó esta armadura, con la que más de uno se ‘estrella’ cuando pretende ir de Urdesa a la Carlos Julio como, por ejemplo, coger el articulado de la Metrovía.

Pero no es el único que le ‘choca’ ese cerramiento. Cuando EXPRESO realizó un recorrido en el lugar, esta semana, se topó con al menos cinco ciudadanos que desconocían que por ese lado no se podía acceder.

María Torres, de la ciudadela Kennedy, también comentó que ese portón lleva algunas semanas y, a su juicio, “favorece a que se apague ese lado”. Sentencia que el panorama más “bonito” está en el otro lado y anhela que se extienda a esta parte. “Son dos realidades, claro está, pero recuerdo que el alcalde dijo que tenía un plan para Guayarte y ojalá y en este 2024 sea una plaza que sí se la use bien”, contó la mujer mientras salía del espacio que recientemente ejecutó una feria de emprendedores y feria de adopción felina.

En tanto, Maldonado aprovechó el encuentro con este Diario para dar su punto de vista en torno a unos elementos que “afean” a la plaza. Lo relató teniendo en cuenta que Álvarez ha prometido que la reapertura del sitio incluirá actividades artísticas, culturales e incluso deportivas; por lo que se refirió a unos paneles blancos que están en la parte central del lado de la Carlos Julio Arosemena.

Para él, estas estructuras le arrebatan la sensación de amplitud. “Estos paneles gigantes son horrorosos y cierran y estrechan el paso. Estas vallas no tienen razón de ser porque no son decorativas y entorpecen el paso de ciclistas, peatones o personas en sillas de ruedas. Sugiero que las retiren y las reubiquen en otro sitio”, acotó.

Con respecto a Guayarte, EXPRESO solicitó al Municipio una entrevista para conocer qué planes, y cuándo prevé hacerlos, en el ala de la Kennedy, así también sobre cómo pretende darle dinamismo o reactivación, y por qué instaló ese cerco, pero hasta el cierre de este artículo no hubo contestación.

Mientras tanto, el actual Concejo Cantonal prevé este jueves 14 de diciembre instalar la cuarta sesión itinerante en Guayarte, un espacio en el que perduran dos realidades.

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