Los parterres y veredas de la ciudadela Guayacanes, norte de la ciudad, se encuentran cuarteados en unos tramos y en otros levantados completamente, debido a las gruesas raíces de los árboles.

Los residentes señalan que este no es el único problema, ya que los muros de las viviendas corren el peligro de caerse y los pisos de las casas están siendo levantadas.

Juan Zambrano, quien habita en la zona, señala que con las lluvias los troncos se están inclinando hacia el pavimento y temen que estos se caigan y provoquen daños irreparables. 

“Nosotros hemos dado a conocer esta situación al Municipio. Le hemos pedido que envíen cuadrillas a inspeccionar el sector para que corroboren lo que estamos haciendo y tomen acciones preventivas; lamentablemente, no hemos tenido respuesta y seguimos viviendo en zozobras”, señala.

Carla Pazmiño, otra habitante del sector, manifiesta que este panorama se lo puede observar en toda la ciudadela. 

“Ya llevamos más de dos años advirtiendo que los árboles pueden caerse, pero no nos han hecho caso. Ojalá que no esperen que se produzca una desgracia para recién actuar”, puntualiza