La reducción del número de preguntas y de contenidos en la prueba que determina el ingreso a la universidad pública, apunta a favorecer a los aspirantes. Sin embargo, el poco tiempo entre la adopción de los cambios y la fecha en que se tomará el test, provoca preocupación y apuros entre quienes en un mes y medio rendirán la Ser Bachiller. 

Como se ha informado, la prueba ya no incluirá la aptitud o razonamiento abstracto. De igual forma, bajará de 160 a 120 preguntas, aunque, como consecuencia, el tiempo de resolución también disminuirá de tres horas a dos y media.

Para el director de la academia Apol, Rubén Villacís, “son preocupantes los cambios a la ficha técnica a tan solo un mes y medio, porque ya hay miles de estudiantes a nivel nacional que se han preparado con cierto contenido. La ficha actual ha cambiado mucho en el dominio científico, con una exigencia bastante fuerte en el tema de Física”. Se refiere a que esta materia, usualmente resistida por los bachilleres, tiene más espacio en la prueba, aunque sin tornarse decisiva. Excepto, claro, si se aspira a una carrera relacionada con ella.

Daniela Torres, del Preuniversitario Einstein, un centro dedicado a preparar a los estudiantes para este examen, coincide. “Los nuevos contenidos dejan de medir capacidad y se limitan al conocimiento”.

Álgebra, funciones, probabilidad y estadística son algunas de los tópicos del nuevo plan.

Por esta razón, ahora, además de la hoja bond, el lápiz y el borrador, los postulantes podrán ingresar con calculadora.

El aspirante Hugo Minchala, quien rendirá la prueba por segunda ocasión, afirma que el dominio eliminado era importante para él, ya que le resulta más sencillo entrenar a su cerebro en agilidad lógica, que memorizar aspectos teóricos.

Sergio Rivas, educador, difiere. “Quitar la parte abstracta es lo mejor, ya que creaba una brecha. Al no darse como materia en los colegios, solo algunos podían aprender este dominio de forma particular”.

Pero no solo quienes han entrenado con la versión anterior del examen o, incluso, pagado un curso, se quejan del cambio y el escaso tiempo.

Samir Cañar, quien no puede acceder a un preuniversitario particular y se prepara en casa, afirma que los simuladores virtuales del examen, ofrecidos por la Secretaría de Educación Superior (Senescyt), aún no están actualizados. “Entiendo que para el sistema esto sea un proceso, pero para nosotros el reloj no deja de correr”.

Pero no dejan de reconocer las ventajas, por ejemplo, en el puntaje de postulación. Antes el Ser Bachiller significaba el 85 % de la calificación y la nota de grado equivalía al 15%. Ahora, el puntaje del examen representa el 60 %, mientras que la nota de grado equivale al 40 %.

Para Amy Toro, estudiante de tercero de bachillerato, esto es positivo: “Muchos chicos se sacrifican para ser brillantes durante todo el colegio y es gratificante saber que esto ahora tendrá importancia”.

Hay otras pruebas de ingreso

La nueva modalidad de promedio para la nota de postulación se complementa con los procesos de ingreso que aplican algunas instituciones de educación superior, como la Espol, la ESPE, la Espoch, la Universidad de las Artes, de Cuenca, la Técnica de Machala, entre otras. Estas tienen un examen adicional que funciona como filtro para sus requerimientos específicos. En la Espol, la prueba es una de las más solicitadas. El examen Ser Bachiller representa el 70 % y el examen interno 30 %.