Desde hace tres días el mar se seca más de lo normal en los puertos pesqueros Santa Rosa y Anconcito, en la provincia de Santa Elena. El raro fenómeno ha hecho que los pescadores y habitantes de estos sitios tengan dificultades en sus labores diarias.

El pasado fin de semana un grupo de lanchas encalló en el lodo, mientras otras no pudieron entrar al puerto debido a la disminución considerable del agua. Según los pescadores, no es la primera vez que sucede un hecho como este.

“Esta vez el fondeadero se ha quedado sin mar hasta la mitad, antes era una proporción pequeña de la orilla. Sabemos que es aguaje, pero nos preocupa que en cualquier momento en la subida del mar pegue con fuerza y dañe las fibras”, dijo Juan González mientras se apresuraba amarrando el ancla de su embarcación.

En el malecón de Santa Rosa (Salinas) los habitantes expresaron su malestar porque ahora no solo están afectados por los piratas, el coronavirus, sino que también por esta eventualidad.

“Estamos de mala racha”, expresó Julio Tigrero al hacer referencia que el 20 de octubre pasado ocurrió otro hecho similar, aunque esa vez el agua no bajó tanto como ahora.

El oceanógrafo peninsular Johnny Chavarría Viteri detalló que el suceso se trata de un “perigeo lunar”, que al coincidir con luna nueva produce que en la bajamar se recoja el océano de forma máxima, más aún en las bahías en donde se presentan oleajes que llegan del noroeste, situación que en estos días ocurre en Santa Rosa y Anconcito.

“Cuando ocurre este fenómeno, las mareas suelen ser más fuertes o el mar se baja más de lo habitual, no hay por qué alarmarse; eso sí, hay que estar muy alerta con las pleamares que suelen ser muy fuertes”, acotó Chavarría al mostrar un calendario en donde destacó hechos similares cercanos; el próximo perigeo será el 12 de diciembre.

Debido al suceso, el valor de los peces que se comercializan en estos dos lugares aumentaron su valor. Por ejemplo, la libra de dorado, que se consigue a un $ 1, en estos días subió hasta $ 2.