La intensa ola de calor que experimentó Guayaquil el fin de semana, motivó a que decenas se refugiaran en las playas de Santa Elena; siendo Montañita, Olón, Ayangue, Salinas y Ballenita, los balnearios preferidos.

Guadalupe Intriago, quien vive en la Alborada, fue una de las turistas que llegó a Salinas el sábado 16 de marzo por la mañana, acompañada de su familia.

“Guayaquil era un horno, no podía estar un minuto más allá. Viajamos diez personas. Lo hicimos aun cuando sabíamos que íbamos a gastar en el feriado que se viene, por Semana Santa. No nos importó nada, ni saber que volveríamos a gastar. En Guayaquil nos estábamos quemando”, aseguró Intriago; quien junto a su familia alquiló un departamento por dos días.

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Aunque la mayoría de los visitantes visitó las balnearios por un solo día, la actividad comercial que se generó fue favorable para los negocios, consideró Luis Tenempaguay, vicepresidente de la Cámara de Turismo en la Península. “Esto ha ayudado a que los restaurantes, heladerías y sitios de refrescos, además de los hoteles, aumenten sus ingresos. Por ese lado estamos muy bien”, dijo el dirigente.

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Aun este lunes 18 de marzo, día laboral, en zonas como Chipipe y Olón fue notoria la permanencia de familias guayaquileñas. Algunos miembros de una de ellas, la Andrade Acevedo, por ejemplo, decidieron quedarse hasta que la ola de calor pase. “Mi hijo y nuera viajaron a la ciudad por el trabajo. Me quedé con mis cuatros nietos y el jueves próximo, si todo sigue igual, vendrá mi nuera para quedarse con nosotros ese fin de semana”, aseguró Nora Acevedo.  

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