Guayaquil

Parqueos en Puerto Santa Ana 3, en debate

Se cuestiona que no haya un promedio entre los usos de suelo y número de estacionamientos requeridos

20200114_104810
Actualmente, Puerto Santa Ana es una zona de alto tráfico vehicular, criticado por su falta de parqueos.(Estefanía Ortiz / EXPRESO)

La falta de parqueos para los visitantes de Puerto Santa Ana puede extenderse a su anunciada tercera etapa. Al menos, eso es lo que temen urbanistas consultados por este Diario, quienes dudan de que la normativa aprobada en primer debate deje debidamente previsto este tema.

La Ordenanza que Reglamenta el Uso y las Edificaciones de la Etapa 3 del Desarrollo Urbanístico de Puerto Santa Ana vuelve a poner en el radar los problemas de estacionamiento que aquejan a este sector turístico e inmobiliario.

El urbanista y experto en movilidad, Carlos Jiménez, cree que falta un cálculo que prevea el número de parqueos necesarios para la demanda de esta nueva etapa, según el uso de suelo que se ha determinado, es decir, mixto (residencial, administrativo, comercial).

Lo que determina la normativa, y lo que reiteró en una entrevista reciente con este Diario el vicealcalde Josué Sánchez, es que cada edificación deberá resolver su demanda de parqueos mediante arquitectura vertical mixta: comercio, vivienda, oficinas y parqueo en una misma edificación.

Para Jiménez, ese concepto debe ser más específico para evitar una sobredemanda, como ya sucede en las primeras etapas de Puerto Santa Ana.

Él pide tomar en cuenta los ingresos promedio de personas y la cantidad de vehículos por unidad habitacional. Es decir, atar el uso comercial, residencial y administrativo con la dotación de parqueos. Pero no solo refiriendo a una norma general, sino haciendo estimaciones matemáticas aproximadas, que permitan prever las cargas vehiculares en este sector.

“Deben dar la receta, sobre todo por la capacidad de las vías que se proyectan y el impacto en la avenida Pedro Menéndez Gilbert, que será la que recepte todo el tráfico”, señala.

En efecto, la ordenanza no hace dicha relación ni estimaciones aproximadas respecto a estos ingresos, que permitan prever la nueva carga vehicular en el sector. Refiere, sí, a la Ordenanza Sustitutiva de Edificaciones, que determina la cantidad de parqueos por cada metro cuadrado, dependiendo del tipo de actividad comercial que se vaya a desarrollar.

En cambio, para el exdirector municipal de Urbanismo, José Núñez, que los parqueos estén atados a la norma general es suficiente para que haya un control de cada edificación en cuestión de la demanda que deberá cubrir cada edificio. “Si no cumplen, lo que pasaría es que el Municipio no otorga los permisos”, manifiesta.

Para Jiménez, referirse a la norma general, solo resuelve una parte del problema. “Se debe determinar cuántos cangrejales habrá, cuántas farmacias, cuántas pizzerías”, dado que no todos los locales comerciales tienen la misma afluencia de personas, precisa.

Otros de los aspectos que la ordenanza para la edificación de Puerto Santa Ana 3 no detalla es, por ejemplo, la dotación de paradas de transporte público. Según Núñez, esos son detalles que se delinean conforme llegue la inversión inmobiliaria para esta área.

A la empresaria guayaquileña y presidenta de la Asociación de Corredores de Bienes Raíces (ACBIR), Isabel Wagner, le preocupa que la inversión inmobiliaria no se vea atraída, precisamente, porque aún no se han resuelto ni siquiera los problemas de parqueo que ya existen en las dos primeras etapas.

“En este momento, Puerto Santa Ana ya está saturada de vehículos. Imagínese cuando construyan al frente de el The Point. (...) Ya de por sí hay gente que quiere vender sus inmuebles porque la gente cree que va a ver limitación de parqueo para darles facilidades a sus clientes”, señala.

La incertidumbre en las calles, en cambio, es por las condiciones que se impondrán para parquear, al ser las propias edificaciones privadas las que brinden ese servicio.

“Hay mucha gente que no viene a Santa Ana solo para consumir, sino también para dar una vuelta. ¿Dónde parquearán?, ¿Podrán hacerlo también en los edificios sin ser residentes o clientes?, se pregunta Omar Bajaña, quien lleva dos años laborando en esta área comercial y turística.