La mañana de este lunes 9 de octubre, como parte de la agenda oficial por las fiestas octubrinas, se realizó un evento en el que se anunciaba la rendición de cuentas de Aquiles Álvarez, alcalde de Guayaquil. Sin embargo, para muchos no fue más que un espacio de propaganda política del burgomaestre.

El acto se llevó a cabo en el Centro de Atención Municipal Integral de Pascuales (CAMI). Dirigentes barriales estuvieron presentes.

Si bien el funcionario fue aplaudido por unos, fue criticado por otros. “El alcalde solo ha venido a darse un baño de popularidad. Dijo un par de cosas positivas que ha hecho y prometió un montón, pero no rindió cuentas verdaderamente”, manifestó Roberto Mena, un morador de Vergeles que quería conocer que diría sobre el mercado de su sector, que aún no ha sido entregado, pero nunca obtuvo una respuesta.

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“Nadie ha venido nunca y nadie les ha ‘parado bola’ y nosotros sí estamos aquí un 9 de octubre. Habrá alcantarillado, aceras y bordillos para Pascuales”, dijo Álvarez, lo que provocó el aplauso de muchos y la duda de otros.

A Delia Nogales, quien habita en la Alborada, le pareció bien que Álvarez se haya comprometido a hacer trabajos en Pascuales, un sector carente de obras. No obstante, considera que faltó hablar de otros temas. “Los canales de agua que rodean a la ciudad y siempre están tapados, ¿qué pasará con ellos? ¿Qué pasará con el tráfico que es insoportable en la Orellana? Faltaron cosas, definitivamente. Ojalá en la sesión solemne que está prevista para la noche (de ayer) se despejen estos datos”, cuestionó.

Para Daniel Ocaña, faltó hablar también de las obras atrasadas en Guayaquil. “Nadie dice nada eso, ¿por qué?”.

Los eventos por los 203 años de Independencia de Guayaquil se continúan realizando en la ciudad.

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