Este viernes 16 de julio, el docente Pedro Delgado, quien junto a otros compañeros realiza una huelga de hambre desde el lunes pasado, fue conducido de urgencia a un hospital de la ciudad, luego de sufrir quebrantos en su salud.

Dos paramédicos a bordo de una ambulancia del Cuerpo de Bomberos de Guayaquil acudieron a la Plaza San Francisco, en el centro de la urbe, y sacaron a Delgado en una silla de rueda. Allí los docentes se encuentran desarrollando la medida de hecho.

El maestro presenta problemas de deshidratación desde el jueves pasado, por ello lo están hidratando de manera oral y por vía intravenosa. A otros compañeros también se les ha colocado suero para impedir que su salud se descompense.

Los maestros llevan cinco días en una huelga de hambre para exigir que se levante la suspensión temporal de la vigencia de la Reforma a Ley Orgánica de Educación Intercultural (LOES), que promueve cambios en la educación.

La Corte Constitucional tramita una demanda de inconstitucionalidad sobre las reformas aprobadas, y el actual Gobierno, a través de la secretaría jurídica de la Presidencia de la República, se ha pronunciado a favor de la declaratoria de inconstitucionalidad, debido a que crea prestaciones sociales que no están financiadas y que amenazan la sostenibilidad de la seguridad social en el país.

“Ojalá que el presidente Guillermo Lasso y la Corte Constitucional reaccionen. Están jugando con la vida de los maestros, no vamos a parar hasta que se declare la constitucionalidad de las reformas a la LOEI” enfatizó el presidente de la UNE-Guayas, Hilario Beltrán.

Gabriela Menéndez, quien también cumple cinco días de huelga de hambre, pidió que se deje insubsistente la suspensión de la vigencia de la ley para que la huelga de hambre se termine y los maestros puedan regresar con sus familias. “No somos jóvenes, somos adultos y algunos ya están ancianos, que dimos la vida en las aulas para formar a varias generaciones y ahora los que dirigen el país, se burlan de nosotros”, manifestó.

La reforma a la LOEI establece un salario mínimo de 1.000 dólares para los maestros; el retorno del bachillerato por especialidad; el reintegro de docentes que fueron desvinculados en la pandemia; políticas públicas para la prevención de la violencia escolar; jubilación de docentes con 30 años de servicio sin límite de edad, entre otras.

El resto de huelguistas se mantiene en la Plaza San Francisco, donde un grupo de jóvenes y docentes hicieron flamear banderas rojas que representan al gremio de la Unión Nacional de Educadores (UNE), organizadora de la medida.