La luz regresó. Fueron casi cinco meses que el puente que conecta a Guayaquil con Daule pasó sin luminarias funcionales. Desde el ingreso por la avenida Narcisa de Jesús, en el tramo que le corresponde a Guayaquil,  ninguna de sus faroles estaba en buen estado. Sus cables, como publicó EXPRESO, habían sido robados.

Pero en las últimas tres semanas el Municipio de Guayaquil ha intervenido la obra. En total, según informó el Cabildo, 450  luminarias fueron cambiadas.

La reposición se realizó de forma progresiva, y además de reponer el cableado hurtado, también se cambió su posición, pasando de ser subterráneo a cables suspendidos a 12 metros de altura, para así evitar el accionar de los antisociales y recicladores que se han llevado estos objetos, como además ha quedado evidenciado en una serie de videos.

Sin embargo, pese a la reubicación, los ciudadanos no dudan en que el escenario se vuelva a repetir. "Esos pillos son como malabaristas profesionales, se trepan donde sea y a como dé lugar se llevan las luces, cables, tapas, lo que les dé la gana", reclamó  Fabricio Hurtado, habitante de La Joya, que al igual que el resto de moradores de la zona, tuvieron que conducir en medio de tinieblas por meses.

Los vecinos exigen que no solo se haga reposición, sino que también exista una vigilancia coordinada entre ambos Municipios, de Guayaquil y Daule, para atender esta clase de situaciones que afectan a los ciudadanos de ambos cantones.

"Tienen que poner vigilancia o ver como se saca a todos estos infractores de la zona, pero tienen que actuar en conjunto, no uno por un lado y el otro ignorando el otro sector", señala Gabriela Donoso, habitante de Villa Club.