El olor era insoportable. Ni los bomberos, ni los paramédicos, que hace ocho días llegaron hasta el hogar de la familia Gavilanes Ganchozo soportaban el hedor a tóxico que emanaba de la vivienda en donde por dos años habitó la pareja y sus dos niñas.

A la casa ubicada en la manzana 920 de la urbanización Málaga 2, en la vía a Salitre, perteneciente al cantón Daule, los socorristas tuvieron que entrar con equipos de autocontenidos (botellas de aire comprimido) para poder respirar, reveló a EXPRESO el capitán Jean Carlos López, jefe del Cuerpo de Bomberos del cantón Daule.

“Nuestro personal trató de darles atención, los primeros auxilios, pero no podían mantener la respiración. Nadie aguantaba la respiración. No era un olor común, inicialmente pensaron que era gas, pero era un olor extraño, muy fuerte. Se utilizaron extractores de aire para tratar de evacuar la pestilencia y poder ingresar a la casa”, manifestó el socorrista.

Las víctimas de este mortal olor fueron Doménica, de 14 años; Isabella, de 3, y su padre Byron Gavilanes Cagua, de 43.

La autopsia reveló que la causa de las muertes fue un edema cerebral causado por una insuficiencia respiratoria aguda, la cual fue provocada por la inhalación o ingesta de una sustancia tóxica.

• Sin rastros de botellas

El jefe bomberil contó que el personal a su cargo llegó al inmueble, tras una llamada de auxilio, a las 05:00 y que cuando los paramédicos revisaron a la más pequeña de las niñas, esta ya no tenía signos vitales. El papá y la otra menor de edad también estaban con malestar. Al realizar la inspección en la vivienda, no se hallaron rastros de botellas con químicos, bombas de fumigar y lo más raro es que era solo en esa casa.

“Parece que aplicaron una sustancia para matar murciélagos. He averiguado un poco del tema y hay un gas que es altamente contaminante. Posiblemente, el químico fue colocado en horas de la tarde del domingo y quizá la lluvia lo activó e hizo que las cuatro personas estuvieran inhalando, mientras dormían, y las consecuencias son las que conocemos”.

López indicó que en este tipo de urbanizaciones donde se comparten paredes y tumbados no se debería rociar ningún tipo de químicos o sustancias.

• La sobreviviente

María Fernanda tiene el corazón hinchado

El estado de salud de la madre y esposa de los fallecidos sigue siendo delicado. Desde la tarde del pasado martes 21 de marzo, María Fernanda Ganchozo Suárez se encuentra internada en el área de cuidados intensivos del hospital Monte Sinaí.

Su prima, Manuela Chaguay, contó que los exámenes médicos han revelado que tiene el corazón hinchado y que, probablemente, es por la inhalación de la sustancia tóxica. “La autopsia reveló que la niña de 3 años tenía el páncreas abultado, no acorde a su edad. Presumimos que a consecuencia del químico. Aún no nos entregan los resultados de las pruebas realizadas a mi prima para saber qué tipo de sustancia es la que inhalaron”, manifestó.

El pasado lunes 20 de marzo, la familia de María Fernanda asentó la denuncia en la Unidad Penal de La Aurora y les asignaron un perito para que realice las investigaciones y conocer cuál fue el tóxico que acabó con la vida de Byron Gavilanes, las dos niñas y que tiene a su prima en estado de coma. “Todos nos preguntamos qué pasó, cuál fue la intención. Estamos esperando el peritaje en la ciudadela y en la casa”, mencionó Manuela.