El arte no debe ser homogéneo, mientras más personas estén involucradas en crearlo, las propuestas serán más interesantes. En Guayaquil existen varias iniciativas culturales con el fin de acercar el arte a niños, adolescentes y adultos de todas las clases sociales.

Un ambiente cargado de sonrisas, libros, aprendizaje y colores ofrece la sala Ría, una biblioteca infantil ubicada en Aguirre y Pichincha, extensión de la biblioteca de la Universidad de las Artes, que tiene como objetivo cultivar interés por el arte en niños.

Este espacio está abierto a que chicos de cualquier sector de la ciudad puedan asistir de manera gratuita.

Tiene a disposición de quien la visite, libros, material didáctico como rompecabezas y acceso a internet para que puedan investigar sobre un tema de interés. Además pueden ir acompañados de sus familiares.

La educación sensible de los niños no puede ser únicamente hacia ellos, ya que tienen toda una construcción familiar, social y cuyo eje son los padres, manifiesta Ana María González, coordinadora de la Ría, quien expone que al momento de pensar en niños, es muy importante incluir a sus padres. “Una de las reglas de nuestro sitio es que los acompañantes: padres o madres, deben estar todo el tiempo con los niños. El aprendizaje es para todos”, recalca.

La Escuela Superior Politécnica del Litoral también brinda estos espacios a través de Espol Cultural, que está enfocado en brindar habilidades artísticas a sus estudiantes para que de este modo mejoren en todos los ámbitos, no solo en el académico, sino también en lo personal.

“Los universitarios deben tener esas habilidades blandas desarrolladas por medio del arte. Ha sido un gran impacto para ellos”, explica Blanca Santos, directora de esta iniciativa.

Esta propuesta nació con la visión de que los politécnicos deben tener al arte como parte de su formación.

Está conformada por siete grupos artísticos: ballet folclórico, ballet clásico, teatro Espol, coro Espol, ensamble de música de cámara, la Rondalla y Sonidos del Sol. Además, tiene dos festivales: Sonido y Movimiento, y Repertorio, que son gratuitos y abiertos al público.

Santos resalta que es importante diversificar los públicos y que no se quede en un solo sector. “El eje principal de esta propuesta es tener visibilidad dentro y fuera del campus; en la Politécnica, en Guayaquil y en el país, por lo que hemos desarrollado algunas estrategias para lograr ese objetivo”, anota.

Asimismo, señala que Espol Cultural lucha por la mejoría del ser humano haciendo uso del arte. “Tengo la historia de éxito de un profesor que era muy introvertido, y que por medio del teatro pudo desarrollar la habilidad de expresarse en público y comunicarse de mejor manera”, subraya.

Algo similar agrega Lilibeth Gavilanes, productora de Cine Espol y Producción Audiovisual. “Como espacio cultural buscamos que los chicos de otras facultades aprendan acerca del cine. Luego de proyectar una película se generan diálogos que son necesarios para su proceso de formación”, enfatiza la catedrática.

En Guayaquil hay muchos chicos con bastante talento en cuanto al dibujo y a la ilustración; y este tipo de actividades les ayuda a crecer y a poner bastante empeño en cuanto a este arte. Así lo cree Roger Ronquillo, creador del Club de Ilustración Luna, de la Universidad Católica de Santiago de Guayaquil, de la carrera de Diseño Gráfico.

Este es un espacio creativo donde se manejan diferentes temas relacionados a la ilustración, está abierto para que cualquier chico o chica que quiera aprender pueda pertenecer a este grupo de enseñanzas.

Cada viernes desarrollan diferentes cursos y actividades que son impartidas por estudiantes; así como talleres dictados por conferencistas o profesionales dentro del mundo del dibujo.

Los expertos en arte coinciden en que esta actividad puede configurar al ser humano de todas las maneras posibles y es la herramienta que puede ayudar a cambiar la forma en que se mira al mundo.