Todas las infracciones juntas. En la avenida Domingo Comín, en el sur de Guayaquil, las imprudencias  vehiculares son habituales y ponen en aprietos a los conductores, que se quedan atascados ante las ‘maniobras’ del resto. En esta ruta nadie respeta el carril de la metrovía, como lo ha denunciado decenas de veces la ciudadanía, sin lograr sin embargo que se genere un cambio. 

Y es que como se observa en la imagen que acompaña esta publicación, los infractores ponen entre la espada y pared a conductores, como el de la fotografía (vehículo gris), que no pueden circular porque hay quienes intentan llegar a su carril de la forma que puedan. 

"Lo hacen invadiendo las rutas o intentando hasta irse en contravía, en pequeños tramos, para ganarle espacio al resto. Nunca hay agentes. Esta vía se torna complicadísima a diario, siempre pasadas las 18:00, pero no hay agentes que fijen un control. Lo que debería hacer la ATM es, a través de su personal, multar y multar sin pena. Solo así, al ver afectado su bolsillo es posible que paren. De lo contrario en la arteria se vivirá el caos de siempre", asegura Janeth Campoverde, habitante de la ciudadela 9 de Octubre. 

Sin embargo, ese no es el único escenario que evidencia la falta de control por parte de la autoridad. El carril de la metrovía, por ejemplo, nunca es respetado. Decenas de autos lo invaden y cuando deben salir, cerca del redondel de la Pradera, por citar uno de los tramos conflictivos, arman tal atasco que lo único que se escuchan son las bocinas. Ojo, que este problema no es nuevo, lamentablemente jamás ha sido escuchado", alerta Melissa Duarte, habitante del barrio Centenario. 

Durante el recorrido que hizo EXPRESO, pudo evidenciar que apenas hubo dos agentes cerca del redondel, considerado conflictivo. La sorpresa fue que los uniformados, pese a verlos, no los detuvieron ni multaron.

"En las narices de los agentes los conductores hacen lo que les da la gana. Ven como la gente circula sin miedo ni vergüenza. En el sitio los accidentes han sido repetitivos y aun así, no hay autoridad que dé solución. La Domingo Comín se ha convertido en la avenida de la infracción. Aquí debería haber agentes de forma permanente. No obstante trabajan hasta las 18:00, como ya lo ha denunciado EXPRESO", sentenció.