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El Laboratorio de Biomedicina de la Espol realiza pruebas de diagnóstico del nuevo virus.CHRISTIAN VASCONEZ

Coronavirus: La Espol también va tras una vacuna contra el Covid-19

Más que a la competencia global, apunta a crear una plataforma para producir antígenos propios y reducir la dependencia extranjera en este campo.

La Escuela Superior Politécnica del Litoral (Espol), considerada la primera universidad pública del Ecuador, también trabaja en la elaboración de una vacuna contra el SARS-CoV-2, el nuevo coronavirus que -hasta hoy- ya supera los 5,1 millones de contagiados en el mundo y ha causado más de 330.000 muertes.

El proyecto está a cargo del Laboratorio para Investigaciones Biomédicas (Biomed) de la Facultad de Ciencias de la Vida. Este centro antes también ha desarrollado estudios sobre los virus de la influenza A, dengue y chikunguña.

Precisamente, según el director del laboratorio, Washinton Cárdenas, esas investigaciones son una ventaja y permitirán que el trabajo sobre este nuevo virus no parta de cero.

El proyecto tiene el aval del Instituto Nacional de Investigaciones en Salud Pública (Inspi) y el financiamiento de la Corporación Ecuatoriana para el Desarrollo de la Investigación y la Academia (Cedia).

Desde que se reconoció oficialmente la existencia del nuevo virus, en diciembre pasado en China, farmacéuticas de todo el mundo libran una silenciosa competencia por ser los primeros en hallar una vacuna.

Las previsiones coinciden en que varios antígenos estarán listos a fines de este año y ya hay algunos en fase de prueba.

Lo que aún no es claro es si el eventual producto estará disponible para todos a la vez; o si tendrá un costo o una compleja forma de producción que limite o ralentice su distribución en el mundo, lo cual implicaría más tiempo de espera para los países que dependen de la tecnología extranjera.

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Washington Cárdenas, biólogo y PhD, dirige el Laboratorio de Biomedicina de la Espol.Cortesía

Cárdenas enfatiza en que, incluso si el Ecuador pudiera comprar esa vacuna, el proyecto que él lidera serviría como una plataforma para elaborar futuros antígenos en el país.

“Aunque no utilicemos esta vacuna que estamos conceptualizando y que podemos desarrollar, el punto al final del día es que se generará la plataforma, de tal manera que se pueda intercambiar el antígeno. Porque puede ser que venga otro virus y lo único que haremos es cambiar la proteína (del virus), porque la plataforma ya estará hecha”, resalta el biólogo y Ph.D. en Medicina.

Lo que la Espol plantea es superar la dependencia extranjera y que el país comience a producir sus propias vacunas.

"Debemos empoderarnos de nuestra salud, de la de los ecuatorianos; y que ellos exijan que las universidades se dediquen a producir medicamentos propios".Washington Cárdenas

El laboratorio ya realizó el diseño del antígeno y ahora elabora la lista de reactivos que necesita. Cárdenas explica que este proyecto toma en cuenta la tecnología y equipamiento que existe en Ecuador, que si bien no se iguala a los de otros países, le asegura que es realista y se puede concretar. (La forma la explica el gráfico adjunto).

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El gráfico sintetiza la tecnología que utilizará la Espol para elaborar la vacuna.Adrián Peñaherrera

El primer paso llegará hasta probar el antígeno en ratones y ver su reacción, lo que prevé alcanzar en seis u ocho meses.

Para el biólogo y Ph.D. Leandro Patiño, el proyecto de la Espol es factible por la tecnología que prevé utilizar. A su criterio, la importancia para el país de crear una vacuna propia, estaría en el acceso rápido a ella.

“Se estima que el desarrollo y evaluación de la seguridad y efectividad de una vacuna tomarán unos 18 meses. Luego se necesita su producción masiva. Es probable que los países con economías fuertes sean los primeros en acceder a una. El tener una vacuna local permitiría priorizar nuestra población”, expresa el experto técnico de la Dirección Técnica de Investigación, Desarrollo e Innovación del Inspi.

En una entrevista anterior, el director del Doctorado en Microbiología de la Universidad San Francisco de Quito, Gabriel Trueba, coincidía en que contar con una vacuna debería ser una prioridad nacional.

Cárdenas lo reitera: “Si usted se da cuenta con lo que pasó con la influenza A, dengue o chikunguña, todo se mueve en el diagnóstico, que está bien, pero ya debemos movernos a generar nuestra propia vacuna”.

EN VACUNAS, EL PAÍS DEPENDE DEL EXTERIOR 

Ecuador depende en un 100 % del extranjero en vacunas, afirma Leandro Patiño, técnico del Inspi.

En la época del extinto Instituto Nacional de Higiene y Medicina Tropical Leopoldo Izquieta Perez Ecuador (INH) hubo algo de independencia. Este produjo al menos cuatro tipos (BCG liofilizada, contra difteria y tétanos, antirrábicas de uso humano y de uso animal; y pentavalente contra difteria, tétano, tosferina, hepatitis B y Haemophilus influenzae). Todas ellas dejaron de producirse luego de la escisión del INH en 2012, recuerda.

"Urge que Ecuador retome la producción de vacunas y otros biológicos, rescatando metodologías clásicas e implementado nuevas como la del ADN recombinante".Leandro Patiño