Son siete. Caminan a paso lento, como en procesión, a un costado del puente de la Unidad Nacional, en dirección a Durán. Llevan maletas, botellas de agua y la esperanza de que esta pesadilla acabe pronto. De poder llegar, de nuevo, a esa casa en Venezuela de la que huyeron por la crisis.

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Ahora quieren regresar. Ser extranjero en tierra ajena, en tiempos de pandemia, no es una buena combinación de factores.  Osdani Pérez lo sabe bien. Está en el grupo de caminantes, carga un tapabocas como barba y se detiene un momento. "La situación de la enfermedad nos dejó sin casa. Nos echaron por no poder pagar un arriendo", resume la situación de todos los que lo acompañan. 

Todos los caminantes son amigos. Todos vivían en un mismo lugar, en el norte de Guayaquil, y tenían diferentes trabajos; pero la enfermedad, como le llama Osdani al COVID-19, endureció las condiciones de su estadía.

La ruta del grupo tenía como destino Quito. Quito, provincia de Pichincha, cerrada, como casi todos los territorios con contagios altos, a cualquier tipo de movimiento o traslado. "Caminaremos a Quito porque es la ruta para salir de Ecuador, dormiremos en el trayecto".

A inicios de este mes, la ministra de Gobierno, María Paula Romo, informó sobre incidentes en la zona fronteriza, por el traslado de migrantes venezolanos que algunos municipios y prefecturas avalaron, pese a la prohibición.

Y mientras unos se van, otros prefieren seguir luchando, pese a que ya no tienen ni siquiera un techo donde pasar la noche y han tenido que acogerse a la mendicidad, para poder sobrevivir.

En Urdesa central, todas las mañanas, decenas de venezolanos se toman las avenidas y los semáforos para pedir una ayuda a los transeúntes. Leonardo Castillo es uno de ellos. "Como soy una persona extranjera, no tengo estabilidad, ni un trabajo, ni un lugar fijo para vivir", precisa. 

"Ahora estamos tratando de pedir colaboraciones, vender caramelos a los carros que pasan y que nos ayudan en algo para poder comer", describió. A su lado, su esposa, sentada en la acera, con un cartel en las manos. 

El pasado 7 de mayo, 90 migrantes retornaron a su país en un vuelo fletado por el Gobierno de Nicolás Maduro, con destino a Barquisimeto, en el noroeste de Venezuela, informó el Consulado venezolano en la capital de Ecuador, en el marco del programa "Vuelta a la Patria", del Estado venezolano. Solo en Ecuador, 5.000 ciudadanos de ese país se inscribieron para esa ayuda.