Los primeros cien días del Gobierno de Guillermo Lasso sirvieron de escenario para actores sociales y políticos que aprovecharon la coyuntura y salieron a darse un baño de popularidad en la virtualidad.

Algunos lo hicieron con humor, como el excandidato a la Presidencia y rival ideológico de Lasso, Andrés Arauz, quien pegó un silbido ayer en Twitter y cuestionó: “¿Por qué es tendencia “Arauz”? Son los 100 días de Lasso... ¿O creen en el multiverso?”, lo que ocasionó una avalancha de memes y comentarios de afines y contrarios al político.

En otros escenarios, también activistas sociales aprovecharon la coyuntura para recordar temas que deben ser tratados. Diana Maldonado, defensora de los Derechos Humanos, colgó en su cuenta el pronunciamiento de la Fundación Guayaquil Canábico ante la propuesta del Ministerio de Gobierno de eliminar la tabla de tenencia de drogas.

“Esto sería un gravísimo error de parte de Guillermo Lasso, además abre la puerta a procesos judiciales inconstitucionales”, comentó la activista.

También fue comentada la entrevista con Alfonso Espinosa de los Monteros, en la que el Mandatario aseguró que “de todos los ecuatorianos, el más modesto es dueño de un terrenito, de una casa, de un barco pesquero o de una finca”, para justificar el plan para abolir el impuesto a la herencia.

Fabián Burbano, del Comité Permanente de los Derechos Humanos, expuso que “el capitalismo más salvaje se sustenta en fantasías de este tamaño. La realidad pasará por sobre Lasso más temprano que tarde”, dijo.

Además, fue tendencia el hashtag #100PrimerosDíasJuntos, en los que se destacó que se cumplió la meta de las nueve millones de personas vacunadas. “Esto no termina aquí. Seguiremos vacunando a nivel nacional para lograr el objetivo de inmunidad colectiva”, escribió el presidente.

Hay deudas que deben subsanarse a lo largo del tiempo restante. La más alarmante es la de salud. Escenarios de centros de atención desabastecidos y sin equipamiento han sido notables las últimas semanas. En materia de desempleo también hay mucho por hacer. Aún, siete de cada diez ciudadanos se mantiene en la informalidad laboral.