Como si se tratara de un peatón más, así se observan a los cables que caen desde los postes de luz hasta la vereda, obstaculizando el paso a las personas que circulan por esa zona.

El escenario en esta ocasión es la avenida Carlos Julio Arosemena, en el kilómetro 2.5; sin embargo, es una situación que se replica constantemente en varias zonas de Guayaquil, tal como lo ha denunciado EXPRESO en una serie de reportajes.

“Los tallarines sobre las cabezas prácticamente es común verlo en muchas partes de la ciudad. Ahora están hasta en esta avenida principal, donde se supone se debe tener más cuidado, pero eso no ocurre”, reclama Joel Chávez, morador de Urdesa Central, que considera que hace más falta de atención de las autoridades. 

“No sé si es CNEL o el Municipio, pero es algo constante. Ojalá se realicen correctivos para evitar accidentes o problemas mayores”, comentó el ciudadano.