Cables atados y acumulados junto a redes eléctricas, postes, incluso cerca de las ventanas y balcones de las casas, es uno de los tantos problema que viven los vecinos de la ciudadela Albatros, norte de la ciudad.

Marjorie Salazar, quien reside hace seis años en la ciudadela, señala que la presencia de esos cables originan desorden visual en la ciudad.

Asegura que las empresas de servicio de internet y televisión por cable son las responsables de esta situación. “Los trabajadores de estas compañías dejan el cablerío colgante una vez que terminan sus labores y nunca vienen a retirarlos”, denuncia.

Carlos Alberto Medina, otro residente, cuestiona que tampoco las autoridades municipales ejercen controles para sancionar lo que ellos califican como irresponsabilidad.

“Ya ni siquiera nos podemos asomar porque lo primero que nos topamos son con los cables que tratan de entrar por la ventana”, reprocha, al reiterar que los ‘tallarines’ constituyen un riesgo para los ciudadanos.

Por ello, pide a las autoridades que ejecuten el soterramiento de cables, como solución a este problema, porque con aquello se evitarían accidentes y mejoraría la imagen de la ciudad.