El 31 de diciembre pasado se cerró el espacio denominado Corredor Navideño, que acogió a 900 comerciantes ambulantes en calles adyacentes a la Bahía de Guayaquil.

A lo largo de las cuatro semanas que estuvo operativa esta zona comercial, se evidenció un alto congestionamiento vehicular, sumado a los cierres por trabajos en la calle Noguchi.

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Según Fernando Cornejo, director de Aseo Cantonal, Mercados y Servicios Especiales, entre 2.800 y 3.000 personas visitaron a diario este espacio que estuvo abierto durante un mes.

“Durante la primera quincena, el promedio de ventas al día fue de 55 mil dólares. En la segunda quincena ascendió a 59 mil dólares al día”, manifestó.

Según el funcionario, cerca de 1’800.000 dólares generaron los 900 comerciantes durante el mes de diciembre en el corredor.

El alcalde Aquiles Álvarez anunció que para este año se prevé la construcción de un centro comercial para vendedores ambulantes cerca a la Bahía.

Para Alberto Gutiérrez, quien labora en el centro de la urbe porteña, este tipo de eventos debería ser gestionado sin afectar la movilidad de la ciudadanía.

“El tráfico estuvo terrible, además por las calles arreglándose”, dijo Gutiérrez.

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