El parque ubicado en la avenida Velasco Ibarra y calle Guillermo Castro Benítez, en la ciudadela Bellavista, norte de la ciudad, se ha convertido en refugio de mendigos, drogadictos, pandilleros y vagabundos que llegan a diario para dormir, consumir drogas y cometer robos en las viviendas aledañas.

Carlos Romero, quien reside en la manzana 33, a pocos metros de esta área verde, señala que los ‘visitantes’ llegan con colchones viejos y se ubican en la glorieta del parque.

“Allí comen, tienden ropa y provocan escándalo que perturba la tranquilidad de las familias que lanzan llamados de alertas a la Policía para que realicen rondas que eviten esta situación”, señala.

Milton Mendieta, otro residente, reconoce que los uniformados sí acuden al llamado que hacen los vecinos. “Revisan los parques y desalojan a los pandilleros y vagabundos, pero estos regresan al lugar una vez que la policía termina su patrullaje”, agrega.

Julia Solórzano comenta que a este parque también llegan extranjeros para convertirlos en dormitorios de paso. “A los vagabundos se los observa a todas horas; pero en la oscuridad de la noche vuelven un calvario las vidas de nuestras familias”, remarca, al revelar que hace dos semanas desaparecieron dos pares de zapatos que estaban en el cerramiento de su casa. Él dice estar convencido de que fueron esas personas que duermen en el parque quienes se los sustrajeron.

A pocas cuadras del parque hay una Unidad de Policía Comunitaria (UPC), cuyos uniformados de turno recorrieron la zona este lunes 6 de marzo.