A horas de que acabe el 2023 muchos guayaquileños y visitantes se han volcado a las calles para comprar su año viejo y quemarlo a la medianoche. Ya sea en busca de políticos o personajes animados, la ciudadanía se ha desplazado a los sectores que cada año se convierten en ‘vitrinas’ de los tradicionales monigotes, cuyos precios van de 5 a 500 dólares (estos últimos son de tres metros).

En la popular 6 de Marzo las aceras se llenaron de las creaciones de los artesanos y de familias que aprovecharon para admirar los años viejos. Hubo quienes caminaron hasta las calles donde se encuentran los monigotes gigantes (suroeste) y aprovecharon para tomarse fotografías.

Por ejemplo, Gabriel Fernández llegó a la 6 de Marzo desde la ciudadela Martha de Roldós. Mientras veía uno que otro muñeco en las intersecciones de la vía, se decidió por un Spiderman de un metro de altura, que le costó 15 dólares. “Aproveché para comprarlo cuando salí del trabajo, ya que el 31 no hay tiempo”, manifestó.

En cambio Vivi Campos, de la ciudadela Urdesa, prevé ir a la mencionada calle para conseguir su monigote. Irá con su sobrina y primo en busca del personaje de ‘La monja’, pues es fanática de las películas de terror.

Giovanny Porras, artesano del suroeste de la ciudad, aseguró que si bien es posible encontrar monigotes de todo precio, hay pedidos que pueden costar hasta más de 1.000 dólares.

Para la quema de los años viejos hay reglas. De acuerdo con un comunicado del Municipio, está permitida en calles pavimentadas con hormigón y las rellenadas con cascajo, solares amplios y no edificados. Mientras que está prohibida en zonas o lugares sometidos a regeneración urbana con adoquines y jardinería, cerca de postes de alumbrado público y en avenidas y calles asfaltadas. 

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