En la eliminación de la Tri del Mundial sub-20, en las gradas del Estadio Único Madre de Ciudades se encontraba Jorge González, detrás de la banca del combinado tricolor. Estaba apoyando a su hijo, Sebastián, quien fue titular en el encuentro ante Corea del Sur y anotó el segundo gol de la selección nacional en la caída por 3-2.

“Tengo sentimientos encontrados, una cosa es ser hincha y otra ser padre. Se disfruta, pero se sufre igual. Alegre por el gol que marcó mi hijo, pero con el amargo sabor de no clasificar”, dijo el padre-hincha.

Detalló que se encontraba “muy contento” y que siempre le ha dicho a su hijo que lo importante es disfrutar los partidos como si fueran los últimos. “A pesar de la derrota, con la familia estamos muy felices de que haya podido jugar un Mundial, que es algo que no sucede todos los días, pero sobre todo, anotar en el torneo. Creo que es algo de lo que Sebas debe sentirse orgulloso”, mencionó.

Sobre los planes a futuro, Jorge contó que lo primordial es regresar a Ecuador y “planificar el día en el que se incorpore a Liga de Quito y a seguir. En el fútbol tanto en la victoria como la derrota no caben los lamentos, al día siguiente es un borrón y cuenta nueva”.

Rai Páez, padre de Kendry, indicó que su hijo estaba destrozado emocionalmente y que logró tranquilizarlo para que “siga trabajando en su fútbol y demuestre de qué está hecho”. La ‘joya’ tricolor, que disputará el Mundial sub-17, actualmente es jugador de Independiente del Valle, pero tiene firmado un contrato con el Chelsea, club inglés al que deberá integrarse cuando cumpla 18 años.