La autorización de portar y tener armas de uso civil para defensa personal ha despertado el interés por el tiro práctico en Guayaquil. Así lo confirman los representantes de los tres clubes porteños donde se puede practicar esta disciplina deportiva.

Ellos están a la expectativa de la publicación de un protocolo (elaborado por el Comando Conjunto de las Fuerzas Armadas, en colaboración con el Ministerio de Defensa y el Departamento de Control Nacional de Armas) que determine los centros en los cuales las personas interesadas, en caso de aprobar los requisitos (que aún no están 100 % especificados), puedan recibir un permiso de esta índole.

“Habría que preguntarle al Ministerio de Defensa, Comando Conjunto y Control Nacional de Armas cuándo va a estar listo este protocolo. Tengo entendido que está por salir. Espero sea lo más pronto posible, por la inseguridad que vivimos”, expresa Roberto Gilbert, presidente de la Asociación de Tiro Práctico del Guayas.

Marco Antonio Torres, instructor del Club Guayas de Tiro y Aviación, dice que desde que el decreto fue anunciado (1 de abril) ha recibido aproximadamente 50 nuevos alumnos, cifra que no se veía desde hace mucho en este club, ubicado en el kilómetro 14 de la vía a Daule.

En el centro de adiestramiento el curso de tiro cuesta $ 140 y se realiza dos días a la semana: sábado y domingo. A ello hay que sumar el costo de la membresía ($ 1.200) y las cuotas mensuales ($ 60). La clase dura en total tres horas y cada alumno puede disparar hasta 150 tiros, a 10 o 12 metros de distancia. La munición la provee la institución.

En el Club Rivera del Lago, situado en el kilómetro 30 de la vía a la costa, también se ha visto un incremento en su padrón de socios tras el decreto presidencial. Su presidenta encargada, Nadia Calderón, cuenta que en abril se inscribieron 15 nuevos socios, cuando el promedio de años anteriores fluctuaba entre los 5 y 10 abonados.

Aquí el curso para principiantes cuesta $ 150 y dura cuatro horas, mientras que el curso avanzado está valorado en $ 180 y también dura cuatro horas. Ambos niveles pueden ser completados en un solo día. Además, la membresía en Rivera del Lago tiene un valor de $ 500 y sus mensualidades son de $ 60. Los practicantes deben llevar sus propias armas y municiones.

“Por el momento, nosotros hacemos hincapié en que las personas asistan a practicar el deporte. No enseñamos defensa, que es lo que actualmente todo el mundo busca; un curso táctico, donde le enseñen a usar armas de manera defensiva, que no tiene nada que ver con el deporte”, subraya Calderón, quien espera que la sobredemanda que viven actualmente permita que se agilicen trámites como la importación de armas y municiones.

Por su parte, Cristóbal Toledo manifiesta que el Club La Herradura, del cual es su vicepresidente, también está presto para ayudar en lo que el Ministerio de Defensa necesite y poder así formar correctamente a los próximos portadores de armas.

“No podemos decir que vamos a dar certificados de que usted ha sido instruido en el manejo de un arma, porque todavía no estamos autorizados. Lo que sí podemos hacer es decirle a la persona que está interesada en portar un arma que se inscriba a un club, en el que se va a formar para manejar correctamente el artefacto”, recomienda Toledo, quien indica que los cursos de tiro que su club ofrece han tenido buena acogida, como ha sucedido con los otros dos centros mencionados, aunque no reveló a cuánto asciende esa cifra.

En La Herradura, la cuota de ingreso cuesta $ 1.500. Las mensualidades para practicar exclusivamente tiro práctico (ya que es un club multidisciplinario) cuestan $ 60 y los valores de los cursos no superan los $ 100. La modalidad consiste en tres sesiones teóricas de dos horas cada una y dos prácticas (la duración de estas últimas depende de la cantidad de alumnos inscritos).