El premio al aguante es para las jugadoras de Barcelona, Dragonas, las árbitras y la hinchada, quienes soportaron más de dos horas en un sol intratable en el estadio Monumental de Guayaquil, en la primera final de la Superliga femenina. Allí, las Del Valle se llevaron un empate, con sabor a victoria, que es el mejor resultado para ellas para la gran final del 9 de septiembre en el estadio Banco Guayaquil.

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La final se la jugo antes unas 15.000 hinchas, la cantidad más grande de afición en un partido femenino en Guayaquil, se vio madres con bebes, familias enteras unos por apoyar a Barcelona, y otros por disfrutar del fútbol de los dos mejores equipos del Ecuador.

El primer tiempo fue para Dragonas, a quienes solo les faltó el gol, derrocharon entrega, pero al terminó de los 45 el marcador fue 0-0.

Madelen Riera de Barcelona y Karen Páez de Dragonas, ambas con 25 goles, guardaron sus anotaciones para la final en Quito. La figura de las amarillas fue la arquera Maleike Pacheco que ahogo varias veces el grito de gol de las dirigidas por el DT Francisco Ramírez.

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Y como que no querían irse de la cancha, se jugo hasta el minuto 98, al final varias de las jugadoras se tendieron en la cancha, el sol las había extenuado.

Barcelona y Dragonas no saben lo que es ser campeonas, y buscan por primera vez, esa distinción que permitirá a uno de los equipo ir a jugar Copa Libertadores en Colombia en octubre del 2023.

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