Jorge González ha vivido emociones distintas durante la participación de Ecuador en el Sudamericano sub-20 que se desarrolla en Colombia. Específicamente, entre el primer partido y el segundo, del hexagonal final del torneo juvenil, el padre de Sebastián González ‘saboreó’ como suya la alegría de un gol, pero también la tristeza de que su vástago haya fallado un penal.

Y es que Sebastián le marcó a Brasil, en la derrota del 2-1 que se dio el pasado 31 de enero, pero tres días después falló un penal decisivo ante Uruguay.

“Dicen que un padre o madre sufre más desde afuera de la cancha que el propio hijo que está jugando y esta vez lo pude corroborar. En apenas tres días pasé de la alegría a la tristeza”, dijo González.

Ecuador se juega este jueves 9 de febrero (15:00) un partido crucial ante Venezuela, en la cuarta fecha del hexagonal final. El combinado dirigido por Jimmy Bran llega al duelo sin puntos y necesita vencer a los llaneros (quinto con 1) para mantener sus chances de clasificar al Mundial de Indonesia 2023.

El empate también mantendría con vida al elenco nacional, pero le favorecerá que Paraguay (cuarto con 1), su rival en la última fecha, no sume el jueves (17:00) frente a Uruguay, que tiene 9 unidades y está clasificado al Mundial sub-20. Una derrota dejaría completamente fuera de la pelea a Ecuador.

El otro que también obtuvo su pase a Indonesia 2023 es Brasil (primero con 9), selección que también este jueves medirá a Colombia (tercero con 6).

A la espera del resultado, Jorge, el papá de Sebastián, rescata la prueba de carácter que tendrán los tricolores. “Esta profesión es así, hay que estar preparado para todo. Lastimosamente, después de ese partido (derrota ante Colombia), Sebas salió sorteado para el doping y no pude verlo, porque no permiten ningún contacto en ese rato. Quería abrazarlo, pero le hice llegar mi apoyo a través de mensajes y llamadas”. Ahora espera que las cosas cambien y poder festejar.