Souza es generoso en el esfuerzo, sus características son abarcativas. Se complementa con Trindade.

Si fueran solo volantes destructivos, podrían resentir al equipo en la construcción del juego y ganaría en otros aspectos: orden y compensación.

Trindade está para tirar paredes, pensar en una jugada y sostener la pelota a pesar de los inconvenientes.

Souza y Trindade tienen comprensión del juego en su totalidad. Interceptan, la administran y elaboran. Muchas veces el gol no aparece a gran velocidad, se lo teje lentamente con los pases correctos y arriesgando la pelota en el momento justo.

El medio campo canario es un constante toque de balón pie a pie. El fútbol no tiene un solo ritmo. Barcelona SC maneja los ritmos oportunos en el momento razonable.

Trindade con la postura del cuerpo lleva a los rivales hacia fuera del eje. Corta paredes, trata de que no le muevan la pelota con el pie.

Bloquea el paso de hombre y balón. Cuando es titánico, marca la falta de consistencia de sus compañeros de arriba, para recuperar la pelota. Porque la recuperación del balón es grupal.

Souza se pone detrás del balón para que el rival no pueda volver atrás, cuando lee que el adversario le adelanta un poquito el objeto, le agarra el atajo, acelera y le roba el esférico. Actitud de mucha reacción.

No pierde en las disputas individuales. Mete pase por dentro que condiciona al defensor, que ya no tiene dos segundos para pensar.

Hoy el campo para un delantero mide 40 metros estirado, antes era de 70-80 metros. Los equipos eran más largos, por aquello en estos tiempos el que ataca corre con el compañero atrás.

Defender bien no es siempre quitar la pelota. Es tratar de impedir que el rival tenga el arco en la mira. Para ello están Souza y Trindade.

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