El gol con el que Mohamed Salah pasó a la historia como el primer visitante en marcar en cuatro partidos consecutivos en Old Trafford evitó la derrota del Liverpool, pero no le impidió ceder el liderato al Arsenal en una apasionante pelea por el título de la Premier League.

La presión ejercida por las victorias de Arsenal y Manchester City, el sábado, se sumó a la resistencia de un equipo al que nunca se debe subestimar, a pesar de su inferioridad en el primer tiempo. En un emocionante duelo propuesto por Liverpool, que perdonó la sentencia con Salah y finalmente fue rescatado de la derrota por su líder desde el punto de penalti.

Manchester United, inoperante tras un inicio arrollador, regresó a su realidad con el paso de los minutos, mostrándose inferior a un Liverpool vertical víctima de su inconsistencia en el centro del campo.

El partido estaba en las botas de Szoboszlai, quien fue protagonista en la finalización, apareciendo sorpresivamente en el centro de Robertson en el último aviso antes del primer gol del Liverpool. Tras un saque de esquina en el que el balón peinado por Darwin Núñez lo remató a placer en el segundo palo Luis Díaz.

Manchester United supo mantenerse con vida en el partido. A los cinco minutos de la reanudación, en un mal pase entre centrales de Quansah a Van Dijk, Bruno Fernandes interceptó el balón en el centro del campo, vio al portero rival al borde del área e impactó un golpe inalcanzable, anotando un gol para los elegidos.

(Le puede interesar: Alan Minda abre camino goleador y asiste en triunfo ante el líder de Bélgica)

El partido podía caer del lado de cualquiera. Darwin perdonó en un contragolpe, pero Mainoo no lo hizo, marcando un gran gol en una acción que él mismo condujo antes de buscar socios y definir con un disparo con rosca a la escuadra.

Liverpool se tambaleaba, viendo cómo se escapaba el liderato y peligraban algunas de sus opciones de título al ser remontado. No le quedó más opción que lanzarse al ataque y buscar desesperadamente el gol, hasta que lo encontró. Onana salvó el intento de Joe Gomez, pero ya nada pudo hacer ante el absurdo penalti de Wan-Bissaka a Elliot, lo que permitió a Salah escribir su nombre en un récord y evitar la derrota, aunque no la cesión del liderato, de su equipo.

¿Quieres acceder a todo el contenido de calidad sin límites? ¡SUSCRÍBETE AQUÍ!