Los jugadores que tienen más tiempo el balón y que pueden elegir durante todo el partido el pase que van a dar son los zagueros centrales. Los volantes a veces no tienen tiempo de elegir. Son apremiados constantemente.

Christian García destaca como back central, coordina sus movimientos con la línea de presión de adelante. Y es que en esa posición los márgenes de error son finos, un fallo en el anticipo, una salida tardía, un mal entendimiento de cuándo achicar y cuándo no, puede costar un gol. De ahí que García tiene comprensión del espacio que maneja y el tiempo que domina. Siempre es más fácil enseñarle a marcar al que construye, que lograr que elabore un defensor. Y García es la excepción.

Por su parte, Zambrano fue el que más recuperó balones ante Eslovaquia, luego dio el primer pase clarificador. No hay mejor defensor que el jugador que no pierde la pelota. Para cuando llegó Ecuador era un cuadro de impulsos sincronizados, pero él puso el ritmo preciso a cada acción.

No ir muy rápido, ni muy lento, fue la clave a aplicar según lo que estaba aconteciendo en la cancha.

Maiky de la Cruz desbordó y activó a Nilson Angulo, Páez asistió en cortada por dentro a Justin Cuero, y el ariete la colocó al rincón del arco ante el esfuerzo póstumo de los centrales: Ecuador 1 - Eslovaquia 1. Cuero descubrió espacios con desmarque inesperado. Cuando las condiciones fueron favorables arrasó a los centrales. Un depredador; garantía de gol.

El fútbol es un juego de momentos, y para cada momento el entrenador Miguel Bravo aplicó la receta justa sin ningún complejo ideológico.

Si hay que buscar en largo al extremo para el contraataque, se busca. Si hay que marcar al nueve 1x1, se marca. Si hay que rematar desde lejos, se ejecuta. Fue entonces que Zambrano metió un violinazo que pegó en el horizontal. Kendry Páez sacó un tiro atómico y volvió dejar tembloroso el horizontal, ahí el rebote lo tomó Sebastián González; Nilson Angulo puso un balón templado para Klinger, fue un remate seco, sin piedad, imposible defenderlo: 2-1.

Ecuador tuvo mejor tejido de jugadas y piernas para ir y volver. Napa sobre el final hizo la atajada del partido ante un remate furioso de Mario Sauer. Mundial Argentina Sub-20.