Las individualidades no siempre aparecerán para salvar el día. El Paris Saint-Germain está aprendiendo esa lección por la mala. Este domingo perdió el invicto en el fútbol francés. Cayó 2-0 en su visita al Rennes. 

Es cierto que sigue líder del torneo y tiene seis unidades de ventaja sobre el segundo, pero cada vez aparecen más dudas para su funcionamiento colectivo.

En ocasiones anteriores sus individualidades maquillaron las deficiencias grupales. Pero este domingo no hubo la inspiración de una de sus estrellas para cambiar la realidad de un partido que se complicó en las orillas del descanso.

Sí, porque Rennes pegó antes de ir al camerino y apenas salió. Al 45 abrió el marcador Gaetan Laborde y con eso se fueron al descanso. Y apenas se reanudó el partido, Flavien Tait puso la segunda.

Y con eso fue suficiente. No alcanzó con un Messi que sigue buscando su primer tanto local y que esta vez volvió a estrellar el balón en el horizontal tras un tiro libre. Tampoco alcanzó con los constantes desbordes de Mbappé. Menos con Neymar, que tuvo un partido tan discreto que hasta fue reemplazado.

Perdió el invicto el PSG, las dudas crecieron y ahora todo está en el campo del director técnico Mauricio Pochettino, quien debe hacer que su mano se note.