Paolo Guerrero, quien se preparaba para iniciar la temporada 2024 con Universidad César Vallejo en Perú, ha dado un giro a su decisión luego de recibir amenazas de muerte por parte de una banda criminal. El delantero, que ya había firmado un contrato con el club, ha optado por reconsiderar su participación debido a la preocupación por la seguridad de su familia.

El propietario del equipo, César Acuña, se reunió con Guerrero para abordar la situación y encontrar una solución. Acuña expresó comprensión hacia la decisión del jugador, destacando la delicadeza del asunto y la importancia de priorizar la seguridad familiar sobre el fútbol.

La preocupación por la seguridad persiste, tanto que el abogado de Guerrero contactó al ministro de Defensa para solicitar protección para la familia del futbolista. Aunque las conversaciones entre ambas partes continúan, no se ha alcanzado un acuerdo definitivo hasta el momento.

Además de las amenazas directas, se revelaron chats donde los delincuentes exigían colaboración económica a Guerrero a través de su madre, Doña Peta. Los mensajes, que incluían advertencias de violencia, generaron un clima de tensión en la familia del jugador.

Las amenazas surgieron poco después de que Guerrero anunciara su vinculación con Universidad César Vallejo, la seguridad personal y familiar del jugador es ahora la principal preocupación mientras continúan las negociaciones con el club.

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