En la historia del deporte ecuatoriano el nombre de Neisi Dajomes ya está inscrito como el de la primera mujer tricolor en colgarse una medalla de oro olímpica en los Juegos de Tokio 2020. Ahora la pesista nacional vive una transición, cambió de categoría e igualmente apunta a la medalla en París 2024, con la diferencia de que ahora sea un logro personal. Ahí encontró la motivación.

Desde diciembre pasado, la mejor halterista de todos los tiempos se encuentra en un proceso de reinvención, se propuso pensar un poco más en ella misma y lograr el nuevo reto. “Si logré la presea dorada en Tokio por mi familia y por las personas que estimo, por qué no hacerlo ahora por mí”, mencionó la halterista.

El 1 de agosto de 2021, la deportista, oriunda del Puyo (Provincia de Pastaza), ganaba el primer lugar en la categoría de los 76 kilogramos de los Olímpicos en Tokio. En esa ocasión dedicó el triunfo a su hermano, Javier, y a su mamá, Sandra, ambos fallecidos. Ahora el ‘hambre’ se mantiene intacto, aunque con nuevo eje.

“A finales del año pasado decidí levantar una barrera a lo que pasó en Tokio, para que desde ahí en adelante vengan más y mejores cosas. La primera mellada olímpica fue por otras personas, así que me dije que si pude hacer todo eso por ellos, ahora quiero hacer algo también por mí”, precisó tajante Dajomes durante el evento IDV Sports Summit, organizado por Independiente del Valle.

La levantadora nacional está empezando desde cero la clasificación a París 2024, donde se encuentra en una disputa intensa con su compatriota Tamara Salazar, esta última ganadora de la plata también en Tokio, con el objetivo de acceder a los Juegos en la categoría de los 81 kilogramos.

De llegar al evento deportivo más importante del próximo año, Neisi, más allá de plantearse repetir el primer puesto, se ha propuesto disfrutar del proceso del ciclo olímpico. “Gracias a Dios ya sé lo que pesa el oro olímpico, ahora va por el disfrute para encontrar un balance constante”, remarcó.

Con 25 años, Dajomes asegura que hay un antes y un después de la medalla en japón, porque aún recibe reconocimientos por el logro, sobre todo de mujeres.

En cuanto a la pugna que tiene con Tamara por el único cupo tricolor para la capital francesa, Neisi aclara que considera a su amiga “como una hermana”, algo que no tiene nada que ver cuando le toca enfrentarse en la plataforma y buscar lo que serían sus terceros JJ.OO.

De acuerdo con el Comité Olímpico Internacional, el enfrentamiento entre Neisi y Tamara se da porque se redujo el número de categorías y cupos por país para París 2024, lo que obligó a que ambas terminen en la misma división de los 81 kg.

Para lograrlo, Dajomes subió desde los 76 kg, mientras que Salazar bajó desde los 87 kg. “Lo triste y lamentable es que una de las dos nos quedaremos fuera de París 2024, pero esas son las reglas y sé que ambas vamos a darlo todo por estar allá”, precisó la amazónica.

Pese a la proyección, Neisi es realista, así como piensa en el cupo, dice haber desarrollado la madurez de procesar si no lo consigue. “Si Tamara me gana la plaza la apoyaré en todo momento”, mencionó sin dudar.

La encrucijada de rivalizar con otra compatriota la pesista ya lo vivió con su hermana Angie Palacios Dajomes (diploma olímpico en Tokio), cuando se enfrentaron, por única vez, en la misma categoría (69 kg) durante el Mundial Junior celebrado en Tiflis, Georgia, en 2016.

“Uno como deportista tiene que salir a la plataforma a buscar los primeros lugares, sin importar si es tu hermana o amiga, porque en la competencia somos rivales”, reconoció Angie, quien en esa prueba logró el metal plateado en arranque y Neisi se proclamó campeona del mundo. Hoy, Dajomes se alista para el Campeonato del Mundo en Arabia Saudita, en septiembre; poco después, en noviembre, tendrá los Juegos Panamericanos en Santiago de Chile y un Grand Prix más en diciembre, con sede aún por definirse.