Era la revancha que el mundo fútbol estaba esperando, pero en la víspera de la cuarta fecha de la eliminatoria sudamericana rumbo a Catar 2022 llegó la noticia que nadie quería escuchar, el uruguayo Luis Suárez dio positivo de Covid-19 y, además de no poder aportar a su selección, se perdería el esperado encuentro ante su exequipo, Barcelona.

Se anticipaba que luego de la pausa premundialista el encuentro entre el Barça y el Atlético de Madrid llene los espacios de los medios deportivos, por el morbo que produciría el enfrentamiento del Pistolero ante su exequipo, especialmente por la forma en que salió.

Figura del conjunto catalán desde 2014, Suárez dejó una huella goleadora que de nada le sirvió cuando la dirigencia encabezada por el entonces presidente, Josep María Bartomeu,  decidió poner fin a su relación laboral hace pocos meses.

Pero un goleador de su categoría no podía quedarse mucho tiempo en el aire y por eso a nadie sorprendió su fichaje por los colchoneros, con quienes demostró que su calidad frente al arco sigue intacta.

El choque programado para el 21 de noviembre, en cancha del Atlético por la décima jornada del torneo español, representa una nueva oportunidad para que el técnico argentino Diego Simeone trate de conseguir lo que hasta ahora no ha podido, ganar al Barça en la Liga.