El Liverpool, amparado en un triunfo solvente el sábado 18 de febrero, ante el Newcastle (0-2), hasta ahora revelación en la competición, donde solo había encajado una derrota a lo largo del curso, se reactivó ante su gran desafío: la Champions League y el duelo frente al Real Madrid.

Al margen de revanchas y cuentas pendientes se aferra el alemán Jurgen Klopp al torneo continental como única opción para saldar con buena nota una temporada torcida. Fuera desde hace semanas de la lucha por el título y eliminado de las Copas, fía su futuro deportivo a la Champions.

Mejoró en St. James Park frente al Newcastle en un duelo que solventó en un cuarto de hora y que se le puso más de cara en cuanto las urracas se quedaron con diez, en el minuto 22 de juego, por una torpeza de su portero, Nick Pope.

Sin embargo los goles llegaron antes. A los 10' tras asistencia de Alexander Arnold, que aprovechó el delantero uruguayo Darwin Núñez; y el segundo, siete minutos después, con el neerlandés Cody Gakpo, para sellar el triunfo de la visita.

La victoria sitúa al Liverpool octavo en la clasificación, a cuatro puntos de la zona europea que marca el Tottenham, quinto, y a seis del Newcastle, que ocupa la cuarta posición, la última que lleva a la Champions.