Doña Nelly Vite fue velada en la casa donde Jefferson Montero creció, en el recinto La Carolina 2, en Babahoyo, provincia de Los Ríos, hasta las 10:00 de este lunes 7 de agosto. Ahí, en una pequeña habitación del lugar, que en las paredes tenía fotos colgadas de La Turbina vistiendo la camiseta de la selección de Ecuador y de sus anteriores clubes, fue colocado el féretro color café.

Sentado en un sofá, mientras miraba fijamente la caja, Jeff empezó a recordar sus primeros años de vida junto a su progenitora. Dijo que la casa donde la velaron antes era de caña, sin embargo la pudo remodelar con el dinero que ganó con su traspaso de Emelec a Independiente del Valle, en 2008. Aseguró que comían gracias al dinero que ganaba doña Nelly lavando ropa ajena.

Entre lágrimas, Montero se acordó también de las veces que le hizo dar coraje a su madre porque se escapaba de la casa para ir a entrenar. Su papá, Pedro Montero, lo ayudaba y se lo llevaba en bicicleta para empezar forjarse como jugador profesional.

La Turbina destacó que siempre considerará a Doña Nelly como un regalo de Dios, pues se preocupó siempre por el prójimo. Durante la pandemia del coronavirus, la señora repartió raciones de comida a los pobladores de La Carolina 2.

“Mi madre era el motor de mi vida y su amor fue muy grande. Ella lo fue todo en mi vida y en mi carrera. Esto es duro, tiene que pasarle a uno para entender este dolor”, dijo Jeff.

Nelly era coleccionista de los uniformes donde jugó La Turbina en España, México e Inglaterra para ver gambetear a defensores como Sergio Ramos, Gerard Piqué, entre otros. Sin embargo, siempre recordaba el gol que su hijo marcó en la victoria 1-0 de la Tricolor ante Uruguay (en octubre de 2013), triunfo que clasificó a Ecuador al Mundial de Brasil 2014.

Este lunes 7, Nelly Vite fue velada hasta las 10:00 en La Carolina 2. Luego la trasladaron a Babahoyo y le dieron el adiós en el cementerio de la capital de Los Ríos.