Los visitantes que llegan al país sede de un Mundial buscan generalmente el lugar más llamativo o el sitio que se identifique con la ciudad donde están, para tomarse una foto para el recuerdo.

Estamos en Doha, Qatar, y esta es una previa para los miles de compatriotas que llegarán en noviembre para ver jugar a la selección tricolor.

Una buena recomendación para todos es el Paseo de las Banderas, junto al golfo Pérsico, en el Paseo Corniche, una especie de malecón de siete kilómetros de extensión.

Es el sitio indicado para la primera foto: es un ‘pedacito de Ecuador’ donde se observa la palabra “bienvenido” en árabe junto a la bandera de Ecuador, que flamea las 24 horas.

La amarillo, azul y rojo está elevada. Mide unos 12 metros de largo, por lo que desde lejos se la observa.

Hay turistas que se toman fotos con cada una de las banderas de los 32 países participantes de la Copa del Mundo.

Pero no solo fotos podrán hacerse los visitantes, sino también videos, aunque es un poco difícil debido al ruido del viento, que es ensordecedor al grabar el audio.

Muy cerca está otro lugar idóneo para las gráficas y es el famoso reloj que marca los días, horas y minutos que faltan para que empiece el Mundial. Está dentro de una estructura esférica transparente que siempre se encuentra resguardada por un agente de seguridad, quien de forma muy amable puede hacer las veces de fotógrafo si algún visitante se lo pide.

En realidad, Doha tiene pocas atracciones con tinte mundialista, debido a que la fiesta del fútbol la vivirán más los visitantes y las personas que son la fuerza laboral, porque este deporte no es la atracción principal de los cataríes. Ellos solo son los ‘dueños’ de la fiesta y los visitantes son los que deberán disfrutarla.

Y si por alguna razón no alcanza a embarcarse en un tour por el desierto, que antes del Mundial cuesta desde los $ 60 en adelante, en este lugar hay camellos para perennizar un recuerdo, a un costo de $ 5.

Sin embargo, nunca hay que descartar un ‘paseíto’ por el desierto porque ofrece muchas opciones para disfrutar una aventura inolvidable.

Imposible ir y no hacer un recorrido por los estadios. Todos son fuera de serie, pero hay tres imperdibles: el Lusail, donde se jugará la final; el Al Bayt, que es como una tienda beduina; y el famoso 974, el estadio de los contenedores.

Otro buen lugar para una fotito es junto a un peluche de 20 metros de alto. Está justo a la entrada de Doha. Se trata de la mascota La’eeb, una especie de turbante gigante.

El ambiente del Mundial sin duda se irá encendiendo con el paso de los días. Todo es cuestión de que llegue el 20 de noviembre y se arme la fiesta de los ecuatorianos en Doha.