No hay duda que Tokio será recordado por los ecuatoriano de forma especial. Por un lado está lo conseguido en los Juegos Olímpicos, en los que  Ecuador se alzó con dos medallas de oro, una de plata y tres diplomas olímpicos. Los Juegos Paralímpicos no iban a dejarnos sin alegrías y luego de los dos diplomas paralímpicos, nuestro país al fin logró sus primeras medallas en la historia de esta competencia.

Sin duda las hermanas Poleth Mendes y Anaís Méndez, quienes fueron inscritas en el Registro Civil con esa variante en su apellido, ilusionaban en la previa de la competencia de lanzamiento de bala por sus antecedentes. La mayor, Poleth, ya había estado en los Juegos Paralímpicos en Río 2016 y no logró medalla por detalles, en ese momento se quedó con las ganas de ir al podio, pero estaba orgullosa de su diploma tras el sexto puesto.

Tokio 2020 era su revancha y lo sabía. "Representar a Ecuador significa algo grande y especial. Tengo que demostrar de dónde soy y de dónde vengo. Tengo que hacer un buen papel para hacer quedar bien al país".

Con una de estas experiencias sobre su espalda, Poleth le allanó el camino a su hermana, Anaís, para que esta tenga una primera experiencia más llevadera y sobre todo, con el respaldo de su hermana mayor. Fue el debut paralímpico de Anaís, quien días antes de arribar a Tokio aseguró tajante: "Representaré a Ecuador con mucho orgullo".

Ambas mostraron en los Juegos Parapanamericanos en 2019 de Lima que tenían madera para soñar en los Paralímpicos. Y ¿por qué? Sencillo, se llevaron la competencia de bala a su favor: Poleth se consolidó en el primer lugar de la competencia con un registro de 12.75m para el oro, y Anaís, con 11.89m, se bañó con la plata.

No fue una coincidencia que ambas lleguen al podio. Las dos construyen su historia y dejan a Ecuador en los más alto de Tokio 2020. Las primeras medallas llegan de su mano, dos hermanas de Carchi, de 25 y 21 años respectivamente, que nos enseñan que nada es imposible si trabajas.