El director del departamento legal de la Federación Ecuatoriana de Fútbol (FEF), Guillermo Saltos Guale, dio su punto de vista sobre la reestructuración del directorio y avaló la presidencia de Jaime Estrada.

Mediante un comunicado, el funcionario expuso sus puntos de vista. Aclaró que el Congreso solo está para elegir a los miembros del directorio. Y solo después de eso, entre los elegidos se nombra al presidente. "Le concede la postetad de aceptar las renuncias a estas dignidades. En estas actuaciones el o los congresos no tienen injerencia o competencia algunas".

Según él, "a veces se incurre en el error de analizar los textos legales de manera aislada, cuando lo que corresponde es interpretarlos en su conjunto". Y el artículo 43 del Estatuto de la FEF en su último literal otorga al directorio "Las demás (atribuciones) señaladas en este Estatuto y en los correspondientes reglamentos".

Así, asegura que "a falta de una disposición expresa en este Estatuto o en los reglamentos sobre cualquier estatuto que se originare en el fútbol aficionado o fútbol profesional, el Directorio dictará la resolución correspondiente, con cargo de informar al próximo congreso".

Por ello, agrega que puede "sin esfuerzo alguno determinarse que el Directorio puede conocer y resolver todo asunto o todo aquello que no estuviere previsto en el estatuto y reglamentos y esta facultad es tan amplia, que se refiere a cualquier asunto".

El departamento legar, de paso, aclaró que no debatirá públicamente su postura, pues, quienes no comulgan con estas normativas precisa, sus razones tendrán y se las respeta. 

Salto Guale, de paso, dejó un recado para Francisco Egas, quien días atrás dijo que se lo dejó en el cargo porque su liquidación llegaba a los 300 mil dólares. "Quien dirige el departamento legal de la FEF no es improvisado, sino un técnico en la materia, que ocupa esas funciones por propios méritos y conocimientos, instructor  regional FIFA, exmiembro de la Cámara de Resolución de Disputas de la FIFA y juez único de ella, presidente de la Cámara de apelaciones de la Conmebol... Por tanto, si se pensó que al dejarlo en el cargo, se iba a contar con un incondicional, se equivocó quien así lo creyó".